Qué ver en Narbona: 10 razones para visitarla

Actualización: 25 enero, 2023

Seguimos hablando de esa #OtraFrancia que tanto nos gusta, esa que hace que nos enamoremos más del país sin tener una Torre Eiffel de por medio. Llevamos días contamos nuestras aventuras por las Occitania francesa, con Toulouse, Carcasona, Moissac, St. Ferreol, Revel, Le Somail, Port Lauragais y Béziers, y ahora le toca el turno a Narbona. Se dice que en sus suelos se guardan todavía muchos tesoros antiguos de incalculable valor y por eso la hace tan misteriosa. En este artículo qué ver en Narbona trataremos de desvelar toda esa información de la ciudad milenaria, ubicada al sur de Francia, que la hace tan especial y… mucho más.

Narbona tiene el mejor buffet de lujo del mundo

En nuestros artículos siempre recomendamos algún plato, bebida o producto típico del lugar que visitamos. Para nosotros, al menos, es de vital importancia probar cosas diferentes, ya que, quizás, en nuestro país no existan y nos estemos perdiendo algo maravilloso para deleitar a nuestros sentidos. ¡Nos encanta saborear las experiencias que puedan dejar rastro en nosotros! Por eso, en el texto de hoy comenzamos hablando de comida, porque lo que te vamos a contar a continuación es algo único. Te invitamos a que visites Les Grands Buffets, considerado el mejor del mundo, según los expertos gastronómicos.

Cuando hablamos de buffet surge el clásico dilema de la calidad frente a la cantidad. Y normalmente suele ganar la segunda parte de la disyuntiva. ¿Existe alguno en el que más allá de comer mucho, se puedan encontrar viandas con géneros excelentes? Pues sí, te podemos afirmar con rotundidad esta cuestión porque, como toda regla, ésta también tiene excepciones.

Comer en Narbona

Aunque Les Grands Buffets lleva más de 25 años en activo, la aparición del famoso programa de televisión MasterChef en 2016 ha servido para que mucha gente en España situara a Narbona en el mapa y se animara a viajar hasta aquí.

En el restaurante de lujo se puede hacer un recorrido por los grandes clásicos: carnes (entrecots, costillas, magrets de pato, filetones de todo tipo,… elaboradas todos en un asador panorámico), mariscos (bogavantes, ostras, mejillones, langostinos, almejas, salmón ahumado,…), quesos (camemberts, roqueforts, parmesanos,…, en total hasta 45 variedades diferentes), postres (100 tipos de pasteles acompañados de una fuente de chocolate, milhojas, crepes, heleados, frutas y, por supuesto, los famosos macarons), y vinos (más de 70 referencias servidas en unas condiciones óptimas como si de una bodega se tratase).

Que hacer en Narbona

Como buen bufé se puede coger todo lo que se quiera para llevar a la mesa y todo con un precio fijo de 32,90 euros (excepto las bebidas, que no están incluidas). Los niños de 0 a 5 años pueden ir gratis y los niños de 6 a 10 años pagan 16, 50 euros. ¡Una maravilla!, ¿verdad? Eso sí, hay que reservar con antelación porque siempre está llenísimo de gente (capacidad para 500 comensales).

No podemos despedir el apartado gastronómico sin hablar antes del mercado central de Narbona. Les Halles, sin duda, es una de las joyas de la corona de la ciudad. Un paraíso para amantes tanto de la cocina tradicional como de los gourmets más avanzados. Allí es posible encontrar de todo, desde quesos hasta carnes o marisco, pasando por especias e incluso platos típicos precocinados que tienen pinta de saber mejor que en muchos restaurantes. Es uno de esos mercados típicamente mediterráneo, con un bullicio de gente enorme a todas horas ,y que viene a ser el corazón de otra Narbonne, la que atrae a los apasionados del turismo enogastronómico.

Narbona fue la primera ciudad romana de Galia

En efecto, fue la primera ciudad romana de la antigua Galia (nombre romano dado a una región de la Europa occidental, ahora ocupada por Francia, Bélgica, Holanda, Suiza, Italia -una parte-, Alemania y Gran Bretaña) y la primera colonia romana fuera de Italia. Fue fundada en el 118 a.C con el nombre Narbo Martius. Su situación geográfica era única, de ahí que se convirtiera en un paso estratégico de referencia para el comercio con Hispania, Italia o Asia (vino, trigo, cerámica,…). Por tanto, la ciudad conoció entonces un auge económico importante.

Delante del Ayuntamiento de Narbona se puede admirar un trozo de pavimentado de la Via Domitia (camino para unir y comunicar Italia con España), tal y como se presentaba en su época.

Que visitar en Narbona

La mayor parte de los monumentos romanos están destruidos, aunque algunos museos y centros de excavaciones perpetúan el recuerdo de Narbo Martius, como puede ser el Horreum Romano (ahí se pueden ver muestras de ánforas, cerámicas, monedas, joyas, etc., y una galería subterránea que hacía las veces de almacén).

Horarios y precios:

  • Horario: Desde el 1 de octubre al 31 de mayo está abierto todos los días de 10 a 12 horas y de 14 a 17 horas, excepto los martes. Desde el 1 de junio al 30 de septiembre está abierto todos los días de 10 a 18 horas.
  • Tarifa: 4 euros.

El canal de Narbona está declarado Patrimonio Mundial

Cuando empezamos a profundizar en Francia nos percatamos de la importancia que tienen los ríos y canales en el país. Los franceses han sabido potenciar el turismo fluvial en cada una de sus regiones.

Los principales ríos navegables son el Garona, el Ródano-Saona, el Rin y el Sena-Oise-Marne. El río más largo es el Loira y sólo es navegable en su cuenca inferior.

Los canales del país vecino comunican el Garona con el Ródano y con el Sena, pudiéndose navegar desde Burdeos a Marsella, Aviñón, Lyon, París, Lille, Estrasburgo, Bélgica, Holanda y Alemania. Hay unos diez canales principales y el Canal du Midi es uno de ellos (241 kilómetros que unen Toulouse y el mediterráneo).

MJ en Narbona

En Narbona se encuentra el Canal de la Robine, una afluente del Canal du Midi, considerado Patrimonio Mundial por la Unesco. Merece la pena pasear por sus orillas y, por qué no, navegar por sus aguas (tiene una longitud de 32 km). Por cierto, no puedes perderte Le pont des marchands, uno de los dos únicos puentes edificados y habitados de Francia (como nos recuerda el de Florencia, aunque más pequeño).

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  • Navegar por el Canal de la Robine (Le Solal): Una hora de duración y un coste de 10 euros por adulto y 6 euros por niño (sólo disponible de junio a septiembre).

Narbona cuenta con ricos bienes monumentales

Narbona en la Edad Media también tuvo un notable papel en la historia de Francia. Fue una de las cinco ciudades más importantes del país, algo que se queda reflejado en sus monumentos. La Narbona medieval te lleva al barrio de Cité, siguiendo los pasos de los arzobispos con la visita al conjunto monumental del Palacio de los Arzobispos, del Claustro y de la Catedral Saint Just et Saint Pasteur.

Catedral San Justo y San Pastor

La catedral gótica es la tercera más alta de Francia (40 metros de altura). Se encuentra en pleno centro de Narbona y comenzó a construirse 1272. Aunque lo parezca nunca fue terminada (cuando te lo cuentan es curioso ir descubriendo los remates inacabados).

Horarios y precios:

  • Horario: Abierto todos los días de 9 a 12 horas y de 14 a 18 horas.
  • Tarifa: Entrada gratuita.

Que ver en Narbona

Palacio de los Arzobispos

El palacio acoge varios enclaves importantes: el Torreón Gilles Aycelin (desde el que se divisan las mejores panorámicas de la ciudad, numerosos lagos y los Pirineos a lo lejos), el Ayuntamiento, el Museo de Arqueología y el Museo de Arte.

Horarios y precios:

  • Horario del Torreón: abierto todos los días de 10 a 12 horas y de 14 a 17 horas.
  • Tarifa: 6 euros.

Abadía Fontfroide

En las primeras laderas de Les Corbières, se encuentra la Abadía de Fontfroide, un emplazamiento histórico del siglo XII. La abadía es la mejor conservada de Francia. Se ubica muy cerca de la ciudad a sólo 14 kilómetros.

Recibe más de 100.000 visitantes al año y posee una magnífica rosaleda de casi un kilómetro y una sucesión de jardines en terrazas de estilo italiano. A veces se alquila para eventos y bodas.

Horarios y precios:

  • Horario: depende la estación, pero en general tiene un horario de 10 a 18 horas.
  • Tarifa: 11,50 euros para adultos y 7 euros para niños (de 6 a 18 años).

Muy cerca están las famosas Carcasona y Toulouse

Es probable que de la Occitania francesa, Carcasona o Toulouse sean las ciudades más conocidas de la región. Son las más turísticas de la zona. Si visitas Narbona y tienes tiempo puedes acercarte a alguna de ellas para aprovechar tu escapada.

Carcasona se encuentra a escasos a 40 minutos en tren y 45 en coche. Es una ciudad preciosa que hay que visitar por lo menos alguna vez en la vida, pero lo cierto es que está saturada de turistas. Te recomendamos, por tanto, que vayas en temporada baja para evitar los agobios, las colas y los altos precios. Carcasona es municipio fortificado bellísimo con grandes castillos de cuento, está declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco y está catalogada Gran Sitio Nacional (distintivo oficial francés), razones más que suficientes para ir.

Ruta Canal du Midi

Toulouse está algo más lejos, a una hora y media tanto en tren como en coche. Su centro histórico también es una maravilla. Está llena de calles estrechas, edificios de ladrillos rosados, patios interiores llenos de tranquilidad y torres medievales que se alzan sobre los tejados de una ciudad plana. Además, es una ciudad con gran tradición universitaria. En ella se encuentra la segunda universidad más antigua de Francia.

Canal du midi

Puedes perderte por sus marismas

Narbona está rodeada por estanques, lagunas, pinares y viñas. Se encuentra en el centro del Parque Regional Natural de la Narbonesa.

El parque es uno de los pocos sitios naturales preservados, con tanta biodiversidad , que limita con el Mediterráneo. Las lagunas se abren en forma de bahías al pie de los relieves de piedra caliza que sobresalen y representan 12.500 hectáreas, sobre las cuales se encuentran las marismas.

La Clape y la Fontfroide son dos macizos que constituyen lugares privilegiados para los amantes del senderismo.

Disfruta de 300 días de sol en sus playas

Narbona está conectada con la playa a tan solo 15 kilómetros. Cuenta con cinco kilómetros de arena fina, un puerto de recreo y una calidad medioambiental excepcional.

Desde 1988 ostenta la bandera azul de Europa, garantía de la calidad de sus aguas. Además, tiene la etiqueta «Francia Estación náutica» por el número y la calidad de las actividades acuáticas propuestas, y es puerto inscrito en el proyecto «Puerto Limpio» relativo a la gestión ambiental.

La costa de Aude, la provincia donde se sitúa Narbona, es uno de los litorales mediterráneos franceses menos urbanizados.

Los balnearios de ciudades cercanas son un importante activo para el turismo en verano (Saint-Pierre-la-Mer, Narbonne-Plage, Gruissan, Port-la-Nouvelle y Leucate / La Franqui).

Asimismo, Narbona se convierte en un destino perfecto para las vacaciones de verano y de invierno, sobre todo, para los apasionados de los deportes, que pueden ir del kitesurf a la escalada.

Vacaciones idílicas en una casa de campo típica

Viñedos de Narbona

El sur de Francia invita a perderse entre los viñedos que pueblan los alrededores de Narbona. Quienes busquen desconectar absolutamente de la civilización pueden hacerlo alojándose en uno de los muchos chateaux o grandes casonas de campo que existen en la zona. Nosotros tuvimos el gusto de dormir en Domaine de la Ramade, ubicado a siete kilómetros de la urbe.

Apenas hay cobertura de móvil, ¡todo un lujo! Estábamos rodeados de silencio. ¡Qué gusto!

Como venimos diciendo, otro de los puntos fuertes de la zona es la cultura enológica, la cual puedes saborear en cualquiera de sus bodegas. Esta provincia francesa cuenta con tres denominaciones de origen controladas en su territorio (La Clape, Coteaux du Languedoc/Quatourze y Corbiéres).

Los dueños de la casona donde nos alojábamos cultivaban sus propios vinos ecológicos y son reconocidos como tal. Otro motivo más para alojarse si se quiere tener unas vacaciones diferentes.

No te asustes si escuchas una lengua que no es francés, pero que se le parece. Es el occitano (idioma que mezcla el francés y el catalán) y se suele hablar en algunas de sus zonas rurales.

Narbona y el arte de saber vivir 

Los narbonenses no sólo están orgullosos de su pasado, también ha sabido mantener un atractivo especial que invita a los turistas a conocer el arte del buen vivir. El sol, la gastronomía, la naturaleza y el deporte también han contribuido mucho a ello y a la personalidad de los franceses sureños.

Al igual que en las regiones más septentrionales de Europa, la vida se hace en la calle, por lo que pasear tanto de día como de noche es un placer que no debes perderte. Es un destino turístico con excelentes propuestas de ocio y no pudimos remediar la tentación de jugar a los bolos, en el Private Bowling Pub, para rematar nuestra escapada.

Además, durante todo el año se desarrollan actividades culturales y de ocio gratuitas y para todos los públicos. Y el verano está cargado de festivales musicales.

Conectada a sólo 100 km de España en tren

La ciudad francesa está a sólo 100 kilómetros de la frontera española. Desde hace cuatro años (hay que tener en cuenta la fecha de publicación de este artículo), Narbona se encuentra a menos de dos horas de Barcelona con la conexión directa de un tren de alta velocidad entre España y Francia. En concreto, se realiza en 1 horas y 55 minutos desde la estación Barcelona Sants y se puede elegir entre cuatro frecuencias diarias por sentido (en primavera incrementa a seis y en verano a siete).

Desde hace sólo un año, la ciudad del sur de Francia está conectada a cinco horas de Madrid y cuenta con una frecuencia diaria por sentido (que irán ampliando en función de la demanda).

Y es que dos operadores ferroviarios líderes, Renfe y SNCF, crearon una alianza estratégica para hacer posible la primera conexión internacional de alta velocidad España – Francia.

En total se conectan 21 destinos como Madrid, Zaragoza, Tarragona, Barcelona, Girona y Figueres en España, y Perpiñán, Narbona, Béziers, Agde, Séte, Carcasona, Toulouse, Montpellier, Nimes, Aviñón, Aix en Provence, Marsella, Valence, Lyon y París en Francia.

YouTube video

Desde la  puesta en marcha de esta iniciativa en 2013 hasta finales de 2016, han viajado más de 2,5 millones de viajeros internacionales. Nosotros tuvimos la suerte de hacerlo en noviembre 2017 con grandes amigos y compañeros de Tu Blog de Viajes. Aquí os dejamos este vídeo que demuestra lo bien que lo pasamos, gracias a la invitación de Tryptic Comunicació, una joven agencia de comunicación y organización de eventos con sede en Barcelona, y a la colaboración de la Oficina de Turismo de Narbona y Renfe-SNCF.

¿Qué te ha parecido nuestro post sobre que ver en Narbona? ¿Alguna duda? ¿Incluirías algo más para este viaje? ¡Cuéntanos! Estamos deseando leer tus consultas, propuestas y experiencias. ¡Deja tu comentario más abajo!


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7 comentarios en «Qué ver en Narbona: 10 razones para visitarla»

  1. Es una de las experiencias de la que no te olvidas nunca. No solo por la calidad de la comida, sino por el festival para los sentidos. Para todo lo que se come y se disfruta es hasta barato! Ya sabes, ve ahorrando para la jubilación en Narbona. Vas a estar como un rey.

  2. Tenemos ganas de ir desde que os vimos por allí antes de navidad, sobre todo a comer el el super buffet. Antes sinceramente no poníamos Narbona en el mapa. A ver si durante 2018 hacemos un hueco para seguir vuestras 10 recomendaciones…

    un abrazo

  3. Aunque no es el más barato del mundo, ese buffet tiene una pintaza y merece ser visitado al menos una vez en la vida… !qué hambre por cierto! jaja Aparte de eso, por lo que contáis es una ciudad que me iría a jubilarme, buen tiempo, playas, lo tiene todo… 😀

  4. La verdad, tal como contáis vuestras vivencias en esa ciudad entra curiosidad de conocerla, no la descarto en visitarla.

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