En un principio, nuestro paso por Honduras durante nuestra vuelta al mundo iba a ser tal cual, es decir, atravesar el país de norte a sur sin paradas con destino a Nicaragua. Una llamada de David, organizador del II Encuentro Nacional de Couchsurfing para invitarnos a las playas de Honduras en el Mar Caribe, nos hizo cambiar de opinión.
Para los que todavía no lo sepan, el Couchsurfing es uno de los mejores inventos de la vida mochilera para los que nos gusta viajar low cost. De hecho, es lo que se ha hecho toda la vida, es decir, que un amigo o conocido te dejara un sofá o una cama de invitados en su casa pero multiplicado a la enésima potencia, o lo que es lo mismo, en todo el mundo (más de 100.000 ciudades a lo largo y ancho del planeta) y con millones de usuarios registrados en su página web (6 millones de usuarios). Como esta comunidad (ya convertida en empresa) hay varias más que están empezando a crecer: Be Welcome, Hospitally Club, entre otros.
San Pedro Sula
El encuentro iba a tener lugar en Tela, el Caribe hondureno. Para cruzar la frontera desde Guatemala, desde dónde veníamos, a Honduras por la parte del Caribe hay que emprender una pequeña aventura.
Desde Puerto Barrios, cabecera de comarca, hay que tomar un microbus a la frontera de Corinto (25 Quetzales, 2,5 euros, 45 minutos). Tras pagar las tasas de entrada en Honduras (65 lempiras, 2,30 euros) en una paso migratorio sorprendentemente ordenado, hay que coger un bus hasta Cortés (55 lempiras, 2 euros, 1h y 1/2) y otro a San Pedro Sula (52 lempiras, 1,8 euros, 1 h 15 minutos). Faltaría otro transporte hasta Tela pero, por suerte, a nosotros nos espera un auténtico Volkswagen Beeatle, un auténtico escarabajo, o cucaracha, como lo llaman aquí, o Darky, que es su nombre, ¡de los años 70!
Tardamos poco en salir de San Pedro Sula. Se nos hacia tarde y quedaba camino por recorrer. No obstante, la segunda capital del país, eminentemente industrial, no es un lugar turístico. Además, tiene la mala fama, corroborada con datos, de ser la ciudad más peligrosa del mundo.
Sea como fuere, no estuvimos mucho tiempo. Nos montamos en el clásico y con la aguja superando los 120 kilómetros por hora fuimos dejando ciudades atrás. Todo el que era adelantado por el escarabajo no se lo creía o se lo quería creer. Fue un viaje muy divertido, y todavía no había comenzado la aventura.
Miami de Honduras
Cuando ya cayó la tarde, a sólo 10 kilómetros de Tela, un autobús volcó, impidiendo el tránsito en las dos direcciones. Tardaron más de una hora en solucionar el entuerto.
Quedaba más. Repusimos fuerzas con una rica baleada, uno de los platos más representativos de la gastronomía hondureña. Se trata de una tortilla de harina de trigo rellena de frijoles refritos, huevo picado, aguacate, algunos tipos de carne, y queso rallado. Y con la noche ya cerrada pusimos rumbo al campamento.
Después de 17 horas de viaje, el coche que nos acompañaba con otros compañeros couchsurfers pinchó su rueda. Todavía podía ser peor… Empezó a llover en medio de la nada. Tuvimos que recular. Vuelta a la ciudad más próxima, buscar un hotel en el que metermos todos. Nuestra noche de campamento junto al mar se chafó. Reventados, dormimos como angelitos en lo que, traducido al español, se llama «Pensión Loli».
Por fin, la mañana siguiente, alcanzamos nuestro destino de acampada. La playa imposible de Miami, a 8 kilómetros de Tela, ¡existía! Asentada a la orilla de las costas caribeñas, continental, y rodeada de parques nacionales impresionantes y únicos de Honduras. Dimos un bonito paseo y llegamos a Tela.
Tela
La comunidad que allí vive nos dio la bienvenida con un buen desayuno. A este recibimiento en la Bahía de Tela se sumaron varias personitas de la vecina comunidad garífuna de Tornabé (comunidad afrocaribeña), Keiri, Fergui, Jenifer y Nilbi, varias jovencitas que se pasaron buena parte de las primeras horas del día enseñándonos palabras de su lengua y aspectos de su cultura. Por ejemplo tenki, que es gracias. Después de la clase teórica, llegó el momento de reponer fuerzas con una corvina recién pescada.
Tras ello tocaba naturaleza con un paseo en barco inolvidable por la Laguna de los Micos, en el Parque Nacional Jeanette Kawas, entre manglares. Más adelante, conocimos el jardín botánico Lancetilla que durante un tiempo fue el único que había en Honduras (ahí verás muchísimas plantaciones tropicales). Con la noche, la charla y la convivencia con todos los amigos hondurenos de couchsurfing donde nos hablaban de su país. Ya en la madrugada vino la pesadilla.
El viento nos acompañó en el atardecer e hizo que los mosquitos, zancudos los llaman por aquí, se fueran. Pero con la lluvia que llegó de madrugada, el infierno se hizo terrenal en Tela. Miles de estos desagradables enemigos se adueñaron de nuestras tiendas de campaña. Algunos pasaron la noche en vela, dando paseos por las playas de Honduras. Nosotros, dormilones, los desafiamos, tapados hasta arriba. A la mañana siguiente llegaron las consecuencias. JP dejó de contar picaduras cuando superó las 100…
Islas de Honduras
Islas de Honduras
- Las Islas de la Bahía es el archipiélago que pertenece al país hondureño y que forma parte de uno de los departamentos de Honduras. Las tres islas o cayos más grandes son Utila, Roatán y Guanaja, de arenas blancas y aguas cristalinas.
- No es plan para mochileros pero Utila, la isla más visitada de Honduras, ofrece los mejores precios del mundo para practicar submarinismo, dicen. El buceo es excelente debido a su posición frente a la parte continental en medio de hábitats de aguas poco profundas y profundas, y arrecifes vírgenes cerca de la costa. Por su parte, en Roatán se encuentran las mejores playas de Honduras.
- Tour a Cayos Cochinos. Puedes hace esta excursión con Civitatis para conocer la isla donde se suele grabar el programa de televisión «Supervivientes». También puedes dar un paseo en barco con fondo de cristal.
No hay duda que sin aventura no hay historias que contar, al igual que sin esfuerzo no sabe igual la recompensa. Por lo que, a pesar de los contratiempos, nuestra experiencia en las playas de Honduras fue magnífica y aprendimos mucho. Ya sólo quedaba seguir el camino hacia Nicaragua con una parada express en Tegucigalpa, la capital de Honduras que, al igual que el resto de Centroamérica, no tiene mucho interesante que ver. Noche en el G y V Hotels, una opción recomendable y barata en el centro (390 lempiras la habitación doble, 13 euros), carretera y manta.
¿Qué te ha parecido nuestro post sobre las playas de Honduras? ¿Alguna duda? ¿Incluirías algo más para este viaje? ¡Cuéntanos! Estamos deseando leer tus consultas, propuestas y experiencias. ¡Deja tu comentario más abajo!
Gastos de viaje (precios 2014)
- Día 1: transporte 630 lempiras (22 euros) + comida 200 lempiras (7 euros) + alojamiento 160 lempiras (5,7 euros) + supermercado 150 lempiras (5 euros). Total: 1140 lempiras (40 euros)
- Día 2: alojamiento y comida: 820 lempiras (29 euros). Total: 820 lempiras (29 euros)
- Día 3: transporte 680 lempiras + comida 92 lempiras + alojamiento 390 lempiras. Total: 1160 lempiras (41 euros)
Artículos que hemos escrito sobre Honduras:
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En Honduras lo habéis pasado un poco mal con los mosquitos. Espero que ya estéis bien de las picaduras.
La foto con esas niñas es ideal, muy bonita, la pequeñita parece una muñequita, es para comérsela. jajajaja