Ruta por Escocia, los imprescindibles que no te puedes perder

Empieza la aventura. Te vamos a ayudar a preparar uno de los viajes más impresionantes en Europa. Para hacerlo más fácil y que no te pierdas nada de este país del Reino Unido, hemos hecho una ruta por Escocia con todos los imprescindibles que no te puedes perder. Pasamos cuatro meses en Irlanda con una beca y tuvimos varias escapadas a esta tierra de paisajes verdes infinitos, altos acantilados que se funden con el mar azul intenso, leyendas misteriosas, tradiciones ancestrales, imponentes castillos y mucha música. Let´s go!

Edimburgo

Empezamos por el principio, por Edimburgo, la capital. Lo normal es que tu vuelo llegue hasta aquí. Desde España hay muchas ofertas de vuelos baratos a Escocia. Una vez aterrices, éste será tu mejor punto de inicio para comenzar tu ruta por Escocia.

En tu ruta por Escocia no puede faltar una visita a Edimburgo, por supuesto. Una ciudad de oscuros callejones, leyendas misteriosas (recomendamos el tour que recorre los subterráneos de Edimburgo y sus fantasmas), hogar de grandes escritores a lo largo de muchos siglos.

El centro histórico de la ciudad medieval, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, se asienta sobre siete colinas, igual que la ciudad de Roma. Edimburgo, que posee el encanto propio de una ciudad anclada en el siglo XVIII, tiene muchos alicientes aparte del folclore tradicional típico de la tierra: gaitas, faldas escocesas y el mejor whiskey del mundo. Además, al menos desde nuestra opinión, esta zona es la mejor para buscar alojamiento. Estos son algunos de los mejores hoteles en el centro de Edimburgo.

Un imprescindible que ver en Edimburgo es el Castillo de Edimburgo que corona la ciudad. Con unas vistas privilegiadas que te harán gastar la memoria de la cámara fotográfica, la entrada del castillo está custodiada por dos estatuas de los escoceses más famosos del mundo: el rey Bruce y William Wallace, que te sonarán por la película Braveheart. En el interior del castillo destaca la capilla de Santa Margarita, el edificio más antiguo de la ciudad.

Desde ahí se puede caminar por Royal Mile, la calle principal de la ciudad antigua, hasta el otro extremo de la ciudad, donde está el The Palace of Holyroodhouse, la residencia de la familia real inglesa en la capital escocesa.

Otra visita imprescindible que ver en Edimburgo es el Museo Nacional de Edimburgo, con grandes obras de naturaleza, ciencia y cultura. Es muy visitado porque alberga a la famosa oveja Dolly disecada, el primer mamífero clonado del mundo.

Para el final del día puede uno ir a Princes Street, la calle principal de la ciudad nueva de Edimburgo y adentrarse en la parte más moderna de la ciudad, llena de pubs, tiendas, restaurantes y edificios victorianos. Destacan los Jardines de Princes Street, el parque urbano más grande de Edimburgo creado en 1820 y que separa la ciudad vieja de la nueva.

Una buena opción para ver todos estos lugares y entender su historia es hacer el free tour por Edimburgo. En esta ciudad hay muchos estudiantes muy preparados que hacen que el nivel de estas visitas sean muy altas. Y para los más frikies también hay un free tour de Harry Potter por Edimburgo.

Lago Ness

36 kilómetros de extensión, aguas profundas, frías y oscuras, y un habitante de lo más peculiar y misterioso. Efectivamente, estamos hablando del famoso Lago Ness. Si por algo es característico este lugar, al que llegan miles de turistas cada año, es por la famosa leyenda entorno al monstruo del lago Ness. De hecho es uno de los motivos principales para viajar a Escocia para turistas y visitantes.

Esta leyenda empezó en 1933 cuando comenzaron a sacar ‘imágenes’ de una enorme bestia que habitaba en las profundas aguas del Lago Ness. A pesar de que nunca ha existido una prueba fiable de que dicha criatura existiese, las teorías y suposiciones siguen hoy en día. De hecho se ha convertido en un importante reclamo turístico para Escocia y son miles las personas que afirman haber sido testigos de un avistamiento del misterioso animal.

Para recorrer el Lago Ness puedes hacerlo en un crucero, la manera más cómoda para disfrutar del paisaje. Son muchas las empresas que ofrecen sus servicios para hacer tours con salidas desde distintos puertos.

Otro elemento que ver en el Lago Ness son las ruinas del Urquhart Castle, un castillo ubicado a la orilla del lago. La fortaleza ha sido destruida y construida en numerosas ocasiones, la última fue en 1692 por las tropas inglesas para evitar que los jacobitas se hicieran con él. En la actualidad es posible subir a la torre, la Grant Tower, reconstruida en el siglo XVI y desde donde obtendrás una hermosa panorámica de la zona. Sin duda, es el lugar idóneo para ver aparecer a Nessie, como llaman los escoceses de forma cariñosa al monstruo del lago Ness. Lamentablemente en nuestra ruta por Escocia no conseguimos ver a Nessie, solamente vimos su sombra 😉

Esta zona, con muchas áreas de lagos y naturaleza para disfrutarla con calma, es ideal para que hagas noche. Sin duda, te recomendamos un pequeño alojamiento familiar en el que nos trataron de maravilla, está bien situado y tiene una relación calidad precio espectacular. Este fue nuestro hotelito con encanto en Lago Ness.

Inverness

En tu ruta por Escocia no puede faltar una parada en Inverness, el corazón de las Highlands, las famosas Tierras Altas, y la ciudad más norteña de todo el país. Por el centro de Inverness recorre el río Ness y es que la ciudad es la puerta de acceso al famoso lago.

El primer imprescindible que ver en Inverness es el Castillo, ubicado en lo alto de una colina domina toda la ciudad. No te imagines un castillo medieval, el que se puede ver actualmente que es de 1836 y se construyó sobre los restos de castillos anteriores. De hecho, es uno de los castillos más modernos del país. Desde su torre, hoy en día convertido en un famoso mirador llamado Inverness Castle Viewpoint obtendrás unas vistas espectaculares sobre la ciudad. Es de pago pero merece la pena.

La Catedral de Inverness, a orillas del río Ness, es majestuosa. Un dato muy curioso de la Catedral es que no tiene agujas en lo alto de las torres, como tienen la mayoría de catedrales europeas. Esto se debe a que se quedaron sin presupuesto para instalarlas pero aún así abrieron las puertas en 1869 para los feligreses.

Si lo que te interesa es la historia local, no te puedes perder el Inverness Museum & Art Gallery donde descubrirás todos los detalles sobre la historia de las Highlands. Además es gratuito.

Por último, si quieres estirar las piernas puedes dar un paseo junto al Canal de Caledonia. Por aquí transcurre el tramo final del Great Glen Way, uno de los senderos más populares de Escocia. El paisaje es muy bonito, pequeños puertos y casas con un montón de pequeñas barcas atracadas en los puertos. Otra alternativa de ruta es subir a la colina boscosa de Craig Phadrig, con 172 metros de altura. Se hace rápido y está «chupao».

Highlands

Las Highlands son la Escocia que vemos cuando cerramos los ojos. Esos verdes paisajes que imaginamos, cielos azules infinitos y castillos imponentes mezclado con una cultura de lo más tradicional. Es el territorio al norte de Escocia, poco poblado y lleno de leyendas.

Aparte de Inverness y del Lago Ness, de los que hemos hablado antes, hay otros imperdibles en tu ruta por las Highlands. Primero tenemos el Valle de Glencoe, famoso por aparecer en varias escenas de Harry Potter. Esta zona es el hogar de las Three Sisters, tres montañas que según la leyenda, son las guardianas del valle.

Pero si solo pudieras elegir un lugar que ver en las Highlands ese es el famoso Castillo de Eilean Donan, el castillo de Escocia más popular y emblemático. Es una enorme fortificación rodeada de verdes montañas y situado en una pequeña isla unida a tierra firme a través de un puente de arcos.

En la actualidad pertenece al clan MacRae, por lo que solamente se puede visitar parcialmente. Ha sido escenario de películas como Braveheart y según cuenta la leyenda, en este castillo habita un fantasma español, un capitán que había acudido desde Cádiz (la tierra de JP siempre está presente en medio mundo 🙂 a ayudar a los escoceses en su batalla contra los ingleses y murió tras el asalto de los ingleses al castillo. Esta fortaleza es un imprescindible si estás haciendo ruta de castillos por Escocia.

Por último, no olvides añadir la Isla de Skye a tu ruta por Escocia. Esta isla es la más grande de las Inner Hebrides (Islas Hébridas) y en ella podremos observar la naturaleza escocesa en su máximo esplendor. Cascadas, acantilados, pequeñas casas coloridas, lagos y castillos son algunas de las maravillas que podrás disfrutar aquí, en la ‘isla de las hadas’. En ella destaca el Castillo de Dunvegan donde reside actualmente el jefe del clan MacCleod, o el acantilado Kilt Rock, que recibe este nombre porque el acantilado recuerda a la típica falda escocesa (kilt). En esta maravillosa estampa sobresalen unas cascadas que desembocan directamente al océano atlántico y además desde aquí se pueden avistar cetáceos.

Glasgow

Glasgow, la capital del fútbol en el país de las faldas, es también la ciudad más grande de Escocia. A lo largo de la historia ha sido una ciudad muy importante, sobre todo para el mundo de los astilleros, construyéndose en esta villa algunos de los más famosos buques transatlánticos.

En la actualidad es una ciudad con una cartelera cultural muy amplia, desde museos (como el Kelvingrove ¡imprescindible!) a galerías de arte, grandes festivales (como el festival del libro de Glasgow) o arte urbano. Para no perderte nada te recomendamos que hagas uno de sus famosos free tours por Glasgow.

También se trata de una metrópolis con una mezcla de estilos arquitectónicos. Destaca la Universidad de Glasgow por sus fotogénicos claustros y por ser el lugar en que se inspiró la famosa escritora J.K.Rowling para crear el colegio Hogwarts en sus novelas de Harry Potter, el ayuntamiento de Glasgow y el Lighthouse.

Aunque si hay un edificio imprescindible que ver en Glasgow es la Catedral de San Mungo, del siglo XII y que se convirtió en un importante centro de peregrinaje hacia la tumba del fundador de la ciudad, San Mungo. A pocos pasos se encuentra el cementerio victoriano, también llamado Necrópolis. Se calcula que hay unas 50.000 personas enterradas aquí y algunas de ellas tienen auténticas obras de arte como mausoleo. Se organizan visitas guiadas en él.

Por último, no te olvides de pasear y disfrutar de la ruta de murales de Glasgow, que fue creada en 2014 y es un recorrido por el centro histórico visitando los principales grafitis y obras de Street Art. Y si te apetece ir a tomar algo en algún local con encanto, Ashton Lane y Hidden Lane, dos callejones adoquinados, son lugares ideales.

Para l@s furboler@s, un planazo, si coincide tu viaje con la liga escocesa de fútbol, es ir a ver un partido del Celtic o de los Rangers. O, mejor aún, asistir a uno de los derbis con más rivalidad del continente europeo. En este enlace de la Liga Escocesa de Fútbol puedes ver el calendario de partidos.

Parque nacional Loch Lomond y Trossachs

El parque nacional, situado muy cerca de Glasgow, es un imprescindible que ver en Escocia. Con una extensión de 1.865 kilómetros cuadrados, es uno de los grandes atractivos naturales del país y está dividido en 4 zonas: Loch Lomond, The Trossachs, Breadalbane y Argyll Forest. Cada una de estas zonas tiene un paisaje totalmente distinto a los demás.

• La zona de Loch Lomond es el área donde encontramos el lago más grande de Gran Bretaña (que no es el Lago Ness). Los castillos que se encuentran a las orillas están cargados de anécdotas y leyendas, como el Castillo de Dumbarton, donde estuvo preso el famoso héroe nacional, William Wallace (nota: si quieres conocer más sobre el personaje escocés más famoso de todos los tiempo, no dejes de hacer el tour de William Walllace).
• La zona de Argyll Forest es la zona más misteriosa y escondida del parque nacional. Es una de las mejores para hacer rutas de senderismo en Escocia. Se puede incluso subir a la montaña más alta del Parque Nacional, el Glen Creo, desde donde disfrutarás de unas bonitas vistas a toda la región.
• La zona The Trossachs es una región de lagos y valles prácticamente vírgenes. Una de las particularidades de esta parte es ver como cambia el paisaje en un mismo lugar, desde el paisaje típico de las Lowlands (Tierras Bajas) al paisaje típico de las Highlands (Tierras Altas). Aquí encontramos las poblaciones de Aberfoyle, punto de partida para realizar excursiones en el parque, y Callender, típico lugar de fin de semana para los escoceses. Muy cerca encontramos el castillo de Doune, uno de los más populares de la historia escocesa.
• Por último la zona de Breadalbane, donde se encuentran el conjunto de montañas más altas del parque. Aquí encontraremos las famosas Cascadas Dochart.

A parte de la espectacular belleza de sus paisajes también encontrarás multitud de castillos pues la zona que rodea el parque nacional era la frontera entre las Tierras Altas y las Tierras Bajas. Todo esto es ideal si haces una ruta por Escocia en coche.

Dundee

Dundee es una de las ciudades de moda. Hasta hace poco no era más que una metrópolis costera y portuaria pero en los últimos años está ganando mucha relevancia para el sector turístico.

Uno de los imprescindibles que ver en Dundee es el RSS Discovery, un barco construido en 1901 para realizar una expedición a la Antártida. Partió de Dundee la primavera de 1901 llegando a la Antártida en enero de 1902. El objetivo de esa expedición era recopilar datos cartográficos y científicos, y una vez completado el estudio, el barco quedó atrapado en el hielo antártico durante dos años. En 1904 consiguieron regresar a casa. En la actualidad se puede recorrer y bajar a las bodegas.

Otra visita imprescindible es el Museo McManus, un museo totalmente gratuito sobre arte, historia e historia natural. Se ubica en un edificio victoriano precioso y alberga la mayor colección de arte de la ciudad. ¡Te podrás pasar horas dentro! A poca distancia encontrarás el cementerio The Howff, el más bonito de Dundee.

Su centro histórico es pequeño y es fácil de recorrer a pie, además te vas a encontrar varias esculturas como los Dundee Penguins, cinco pequeñas esculturas en forma de pingüinos ubicados delante de la Iglesia de Saint Mary. Estos pingüinos fueron esculpidos como homenaje a las expediciones antárticas y los vecinos de la ciudad los suelen vestir con ropa diferente.

Por último, no te podes perder las vistas desde la Colina Dundee Law, que no es otra cosa que los restos de un antiguo volcán ya extinto de 174 metros de altura. Desde lo alto se puede apreciar una vista panorámica maravillosa. Se ve toda la ciudad, los dos puentes y el río Tay. Si tienes oportunidad te recomendamos que subas un día soleado y te quedes para ver el atardecer. En la cima hay un monumento a los soldados de Dundee caídos en la Primera y la Segunda Guerra Mundial.

Saint Andrews

Saint Andrews, ubicada a 84 kilómetros de Edimburgo y a 20 kilómetros de Dundee, es una de las ciudades más bonitas, además de ser una de las más antiguas de Escocia.

Al ser una ciudad pequeñita lo recomendable es recorrerla a pie y se puede ver en un día, aunque si dispones de más tiempo te recomendamos hacer una noche allí (alojamientos en Saint Andrews). Disfrutarás de sus cafés, restaurantes y las coloridas casas bajas construidas en piedra.

Lo más destacado que ver en Saint Andrews es el casco antiguo, donde se ubican las ruinas de su famosa catedral que recibe el mismo nombre y que además, en su momento, fue la más grande de Escocia. La catedral de Saint Andrews fue fundada en el siglo XII aunque posteriormente fue saqueada y destruida hasta lo que podemos ver hoy en día. Acceder al complejo donde están los restos de la catedral es gratuito. A pocos metros encontramos la Torre de Saint Rule, conservada desde 1140 y a la que se puede acceder y subir, previo pago, para disfrutar de las vistas impresionantes sobre los restos de la catedral y del pueblo de Saint Andrews.

Muy cerca de los restos de la Catedral, encontramos los casi inexistentes restos del Castillo de Saint Andrews, del siglo XIV que tuvo mucha importancia en la época. Fue destruido y reconstruido en numerosas ocasiones y dio cobijo a las autoridades religiosas, a los reyes e incluso llegó a ser una cárcel. Destaca el sistema de túneles subterráneos y la mazmorra del castillo excavada en la roca.

El último imprescindible que ver en Saint Andrews es la famosa Universidad de Saint Andrews, fundada en el siglo XV (una de las más antiguas del país). Además es considerada una de las mejores del Reino Unido. De hecho, es la universidad donde estudiaron y se conocieron los duques de Cambridge.

Por último, no puedes irte de la ciudad sin saber que Saint Andrews está considerada como la cuna del golf en Europa. La ciudad tiene el club de golf más antiguo de todo el mundo, The Royal and Ancient Gold Club of St Andrews, y se considera que este deporte se inició aquí en el año 1400.

Islas Shetland

Las islas Shetland son un archipiélago de unas 100 islas de las cuales solo 15 están habitadas. La isla principal se llama Mainland y es donde vive un tercio de la población. Son islas muy naturales y prácticamente vírgenes. Son el territorio escocés ubicado más al norte.

Estas islas tienen un origen vikingo pues a pesar de la dureza y extrema de su climatología, geografía e ubicación, fueron habitadas por vikingos durante muchos años. Todavía hoy en día se pueden ver restos de las construcciones vikingas, los nombres de las calles y se observa un origen escandinavo en el acento de las personas locales. Las islas, que están situadas más cerca de la costa noruega que de la costa escocesa, estuvieron bajo la corona noruega hasta 1469 cuando se regalaron a Escocia como dote de una princesa danesa.

Esta herencia vikinga se suele mantener actualmente manifestándose a través de las fiestas de invierno vikingas llamadas Up Helly Aa, que tienen lugar en enero y celebran el renacimiento del sol. En estas fiestas, se ven personas vestidas de barbudos vikingos y desfilan por las callen con antorchas, arrastrando una réplica de un gran navío que después queman mientras cantan canciones vikingas. Sin duda es el mejor momento para viajar a las Islas Shetland, concretamente a la ciudad de Lerwick (la única ciudad del archipiélago), en la isla de Mainland.

Además, este grupo de islas es el paraíso para los y las amantes de la ornitología. No te dejes los prismáticos porque la variedad de aves que vas a ver es espectacular, sobre todo en la pequeña isla de Fair Isle. Las Islas Shetland han sido catalogadas como Geoparque por la UNESCO por su característica flora y fauna.

Anillo de Brodgar (Islas Orcadas)

Las islas Orcadas son un archipiélago de unas 70 islas ubicadas en la costa norte de Escocia. De la misma forma que sus vecinas, las Islas Shetland, fueron pobladas por noruegos y vikingos hasta que en 1469 se entregaron a Escocia como parte de una dote.

En la actualidad, en las Orcadas se encuentra uno de los yacimientos neolíticos mejor conservados y más antiguos de Europa. El “Corazón neolítico de las Orcadas” ha sido designado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde 1999. Se trata del Anillo de Brodgar o Círculo de Brodgar, una impresionante estructura neolítica formada por un circulo de piedras de entre 2 y 4 metros de altura semienterradas en el suelo formando un círculo casi perfecto de unos 100 metros de diámetro.

Actualmente, se pueden observar 27 piedras pero se sabe que en sus inicios, el Círculo de Brodgar tenía 60 piedras. Se cree que se construyó en el año 2.500 a.C, de la misma época que Stonehenge, en Inglaterra. El motivo de su construcción es un misterio, hay muchas teorías al respecto que hablan de lugar de sacrificio, templo religioso, lugar de reuniones o de festivales. También hay una teoría que se refiere al lugar como un calendario lunar para poder medir el tiempo y la posición de las estrellas. Fuera cual fuera el motivo de su construcción es un sitio misterioso que no te va a dejar indiferente.

A pocos metros podemos encontrar otros anillos de piedras como el Stones of Stenness, un yacimiento arqueológico que está sacando a la luz una cantidad importante de edificios neolíticos. El más importante una pared de piedra de cien metros de largo y seis de altura. Según dicen los expertos, la zona se abandonó de manera precipitada.

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