Que ver en Marrakech, una ciudad imperial imprescindible de Marruecos

Era el momento de Marrakech, la ‘tierra de Dios’. Situada a los pies del Atlas, esta ciudad imperial de Marruecos, una de las más importantes del país, tiene una visita obligada en nuestra ruta con los expedicionarios de la I expedición de El Club de la Aventura de Atomarpormundo. En este post te contamos todo lo que ver en Marrakech para ayudarte a organizar tu escapada.

Una vez relajados de la tensión inicial con la que llega por primera vez el viajero a esta ciudad, íbamos a perdernos en nuestro último día de la expedición, en el día libre, por su medina, la mejor de las formas de conocer esta hermana mayor de metrópolis andaluzas como Sevilla o Granada.

Lugares que ver en Marrakech imprescindibles

Marrakech es una ciudad de muchas caras. Su lado más obviamente exótico se encuentra dentro de las murallas rosadas de la antigua medina, donde la gente se pierde entre la maraña de tecnicolores zocos y el famoso y bullicioso mercado nocturno de Jemaa El Fna. Pero los barrios de moda de Hivernage y Gueliz son donde las galerías contemporáneas, los restaurantes locales de moda y las elegantes boutiques se disputan la atención junto con el colorido Jardín Majorelle. Comenzamos.

Plaza Jamaa El Fna

En Marrakech todo empieza por la Plaza Jamaa El Fna en su atardecer. Este gran espacio aglutina de día a los artistas y mercaderes que intentan cautivar al turista y de noche ofrece ricos platos con los que zambullirse en la cultura local.

Mellah de Marrakech

También es la puerta de entrada al zoco (verás escrito souk) y el lugar desde el que comienzan todos los caminos para descubrir ‘la ciudad roja’, como el mellah de Marrakech, el antiguo barrio judío.

Nuestro hotel, Faouzi, un riad coqueto, limpio y a escasos 50 metros de la plaza, era el cuartel general en la ciudad. Desde allí, en pequeños grupos, iban entrando y saliendo con las mochilas cargadas de regalos: cerámica, bisutería, alfombras, comida, etc. Algunos llegaban cansados del regateo, otros exhaustos del caminar entre las callejuelas del zoco de Marrakech pero los más, muy contentos con sus historietas de la mañana.

Palacios y jardines de Marrakech

Otros, también, aprovecharon para hacer algún tour por los imprescindibles que visitar en Marrakech y conocer los palacios de la ciudad (Palacio de la Bahía o Palacio El Badi), la Mezquita con su minarete Kutubia o Koutoubia, torre gemela a la Giralda de Sevilla, o los maravillosos jardines de Majorelle o los jardines de la Menara.

Yo, JP, por cambiar un poco, intentamos ir con Abdherraim, nuestro guía, a una mezquita porque era viernes, el día que los musulmanes van a rezar, como nuestro domingo. De la forma más respetuosa posible, siguiendo las indicaciones que nos dijo, haciendo las abluciones y vistiéndonos a su imagen y semejanza, lo intentamos.

A diferencia de la religión católica, para entrar a rezar a una mezquita es necesario profesar su religión y, aunque nos empeñamos en explicarlo, fue imposible. No quería que hubiera ningún problema, así que desistimos. Pero hubiera sido una de las cosas que ver en Marrakech imprescindible.

Qué hacer en Marraketch

Para la tarde, después de todo el día libre, habíamos quedado para cerrar la última noche de expedición todos juntos. Fuimos a comer pescado frito a uno de los kioscos de los restaurantes-snacks que hay a las afueras de Marrakech. Fue el primer momento en el que nos dimos cuenta que la aventura iba llegando a su fin.

Además de probar la deliciosa comida marroquí y los dulces árabes, en la ciudad y alrededores puedes hacer muchas cosas, como darte un baño árabe en un hamman tradicional, montarte en quad o en buggy por el Palmeral de Marrakech, visitar los estudios de cine de Ouarzazate, bañarse en las playas de Essaouira o ir con una excursión de 3 días al desierto de Merzouga acabando en Fez. Nosotros a estas alturas de la expedición ya habíamos hecho la mayoría de ellas.

En el viaje de vuelta en bus hasta Tánger, donde debíamos de coger el ferry a las 18.00 horas, empezaron a circular los folios con los datos de todos. El contacto debe perdurar entre los viajeros. Había mucho tráfico por la carretera y tuvimos que aligerar la hora de comer. A pesar de ello, antes de entrar en Tánger, nos cogió un atasco de los que se recuerdan. Eran las 18.00 horas y estábamos atascados. Solo nos quedaba rezar para que el ferry fuera con retraso y, sobre todo, ser rápido a la hora de bajar del bus, recoger las mochilas y llegar hasta el muelle de embarque.

Jorge, uno de los expedicionarios, y yo, nos fuimos sin mochilas corriendo para llegar a comunicarles la noticia al ferry en cuanto que vimos que todavía no se había ido. Llegamos a tiempo. Nos prometieron que si llegábamos todos antes de que entrara la última autocaravana de las siete que faltaban por entrar, podríamos subir al barco.

En la locura que se desató entonces nada más bajar el bus, cuando eran las 18.17 horas, hubo una gran lección: la solidaridad. Los más fuertes ayudaron a los más débiles con sus mochilas y todos, a una, fueron corriendo para conseguir llegar a tiempo. Los funcionarios de la aduana tampoco ayudaron. Con calma marroquí fueron sellando uno a uno los pasaportes.

Por el camino hubo pérdidas, a uno de los expedicionarios se le abrió la maleta y los calcetines y gallumbos saltaron por los aires, otra expedicionaria perdió el asa de su carrito con el que llevaba todo lo que había comprado… Nadie cesaba en su empeño. Queríamos conseguirlo. Eran las 18.26 h, tiempo récord. Estábamos todos en la puerta de embarque, faltaba una autocaravana por entrar. Lo habíamos conseguido. Pero… el capitán decidió dejarnos en tierra…

Tras la impotencia, vino el relax. Teníamos una hora hasta la llegada del siguiente ferry para descansar tras las carreras, el agobio y las prisas. Nos supo a gloria y supimos aprovecharlo. Era la consecución de una expedición que, en ocho días, había hecho cambiar muchas cosas. Habíamos aprendido y desaprendido. Habíamos viajado por dentro y por fuera. Pero lo mejor era que… ¡el viaje solo acababa de comenzar! ¡Hasta la próxima, amigos!

Marrakech que ver: mapa

¿Qué te ha parecido nuestro post sobre que ver en Marrakech? ¿Alguna duda? ¿Incluirías algo más para este viaje? ¡Cuéntanos! Estamos deseando leer tus consultas, propuestas y experiencias. ¡Deja tu comentario más abajo!

Post relacionados:

I expedición: Desierto del Sahara y Marrakech Escapada a Marruecos + Desierto: I expedición de El Club de la Aventura ¿Desierto Merzouga o Desierto Tagounite? ¿Qué entrada al desierto de Marruecos es mejor? Qué ver en Marruecos: nuestros 10 rincones favoritos