Sao Paulo, la capital sudamericana del empleo

En el post de hoy hablamos todo sobre qué ver en Sao Paulo. Visitamos la ciudad brasileña movidos por la improvisación, arte recurrente del viajero que se traduce en aventura, adrenalina pero también en inquietud y movimiento. Llegaba el momento de elevarlo al máximo exponente en nuestro viaje. Brasil, el quinto país más grande de mundo (su territorio equivale a casi la mitad de todo Sudamérica), iba a ser nuestro banco de prueba. No lo teníamos previsto en nuestro itinerario inicial, que nos llevaría desde Chile a Argentina, pero una razón de peso nos hizo invertir tiempo y dinero en algo que creímos que sería inolvidable, llegar al Carnaval de Río de Janeiro.

Lo cierto es que tras un día eterno por el paso por tres fronteras (argentina, paraguaya y brasileña), llegamos a São Paulo o San Pablo, como también lo conocen en otros países sudamericanos. Si Brasil es uno de los países con mayor crecimiento económico en la actualidad, Sao Paulo, su capital financiera, es el corazón de los negocios, no sólo del país sino de todo América Latina. En esta mega urbe todos sus datos asustan empezando por su población, 21 millones de habitantes contando el área metropolitana.

Alojarse en Sao Paulo

Teníamos ganas de descubrir uno de los destinos más visitados por los españoles emigrantes con nuestros propios ojos. Para ello, la estancia en Brasil nos cuidamos, muy mucho, de tener buenos anfitriones de Couchsurfing. Los precios en general, y en los alojamientos y transporte interurbano en particular, son excesivos.

Vitor, un paulistano criado al calor de la furia y las prisas de esta ciudad, nos abrió la puerta de su hogar que comparte con Sofía, su gata, y Lila, su perra para dormir en Sao. Nada es casual en esta vida y, el desarrollo de esta ciudad tampoco. Sus habitantes, incansables trabajadores con largas jornadas de trabajo a sus espaldas, entre semana sólo viven para su labor y del transporte de su casa a éste y viceversa. Veíamos a nuestro couchsurfer sólo un rato antes de dormir, a eso de las 23.30 h que llegaba al piso, pero era tiempo suficiente para una charla sobre la ciudad o una indicación turística.

Comer en Sao Paulo

En esta ciudad también tenía MJ una parte de su vida allí. Ella, hija de la Guardia Civil, le ha tocado moverse por toda Andalucía y una de sus paradas, en plena infancia, fue Facinas, muy cerquita de Tarifa, en Cádiz. Allí creció entre el levante, las cuestas y los juegos de niños. Uno de sus mejores amigos en esa época, cosas de la vida, emigró hasta Sao Paulo enamorado de su marido y atraído por las ofertas laborales.

Sergio, que así se llama, no ha parado de trabajar desde entonces. Primero como profesor de español y después, él es artista gráfico, como diseñador de las prendas de ropa de la empresa española más conocida en el mundo, Zara. No le falta trabajo ni buen sueldo, y por lo que nos contó no es el único español que ha conseguid ser partícipe del «sueño sudamericano».

El reencuentro, salpicado de anécdotas e historietas, estuvo amenizado con un buen almuerzo y una sobremesa con exquisitos dulces (brigadeiros, pan de queso, y, por supuesto, café).

En Sao Paulo se come bien, quien lo conoce coincidirá con la cantidad, calidad y variedad de platos (Virada Paulista, Pernil Asado, Feijoada, Cuscuz a la paulista,…) y productos debido a la gran afluencia de culturas. Puedes pasarte por el mercado municipal para comprobarlo.

Entre tanta charla y comida, íbamos conociendo una ciudad, que como dicen, mucho se parece a una Nueva York latina.

Qué ver en Sao Paulo

Los grandes edificios se mezclan con el tráfico infinito pero en pequeños oasis siempre queda un coqueto café cinema, un lugar para escuchar buena música o un parque urbano donde alejarse de los «ruidos». Para hacerse una idea general de la ciudad, el Edificio Italia es un buen punto de partida y ver así unas estupendas vistas panorámicas (sólo se puede subir gratis de 15 a 16 horas). Es el segundo más alto de Sao Paulo.

A pesar de tener un núcleo urbano enorme, a Sao Paulo le falten monumentos emblemáticos y un centro histórico más fotografiable. Aunque impresiona ver la Catedral da Sé, el Monasterio de Sao Bento, o el Teatro Municipal (muy cerca unos de otros) entre los múltiples rascacielos modernos (el edificio Martinelli fue el primer rascacielos de Brasil).

De allí nos dirigimos a la Avenida Paulista, la arteria principal de la ciudad de Sao Paulo que es perfecta para pasear. Y si encima vas un domingo, que no fue nuestro caso, tendrás la oportunidad de verla cortada al tráfico (hasta las 18 horas). Sea como fuera podrás ver un montón de ambiente, gente haciendo deporte, con la bici, dibujando, escuchando los conciertos improvisados que se montan en sus aceras. A nosotros se nos fueron los ojos a la Facultad de Periodismo y echamos un buen ratillo dentro. Muy interesante todas sus reivindicaciones.

En el centro de la ciudad se pueden ver otras zonas menos grises, como el Beco do Batman (-también llamado Callejón de Batman- se trata de un museo al aire libre de los artistas callejeros más importantes de la ciudad que se encargan de renovar las obras periódicamente en el bohemio barrio de Vila Madalena y es un lugar muy instagrameable), el Parque do Ibirapuera (le dicen el «Central Park Latinoamericano», tiene 158 hectáreas forestadas y tres lagos artificiales conectados entre sí; es considerado el pulmón verde de la ciudad) o el Barrio da Liberdade (También llamado barrio japonés, acoge a la mayor comunidad nipona del mundo fuera de Japón). Sin duda, ir a cualquiera de estos lugares vale la pena. Además, puedes pasarte por Jardim Paulista, uno de los barrios más exclusivos de Sao.

Ciudad loca, con mucho pulso y grandes oportunidades laborales. Ellos, los paulistanos, sienten una relación de amor – odio con su patria. Algo similar le pasa al turista. A pesar de todo, es una parada recomendable. Ahora, Sao Paulo, por qué no, está en nuestras miras laborales de este nuevo mundo sin fronteras.

Cómo llegar a Sao Paulo

En nuestra vuelta al mundo, la liábamos un poco para que el trayecto a nuestros destinos fueran lo más barato posible. Disfrutamos unos días estupendos en Puerto de Iguazú para ver las impresionantes Cataratas de Iguazú. 

Desde allí la mejor opción es «pillar» el bus desde Ciudad del Este (Paraguay), ya que en Puerto Iguzú (Argentina) o Foz de Iguazú (Brasil) pagarás casi el doble (la mejor compañías es Cruceros del Norte). Tomamos un autobús nocturno para las 13 horazas que no esperaba.

Si no quieres ser tan burro como nosotros, puedes coger un avión y listo. Recuerda que hay tres aeropuertos en São Paulo: el aeropuerto de Guarulhos, el aeropuerto de Congonhas y el aeropuerto de Viracopos. En todos cuentas con transportes públicos y privados para llegar hasta el centro de la ciudad. Desde la estación de metro llegarás sin problemas hasta tu destino final.

Mapa de Sao Paulo

¿Qué te ha parecido nuestro post sobre qué ver en Sao Paulo? ¿Incluiríais algo más para este viaje? ¡Cuéntanos! Estamos deseando leer tus propuestas y experiencias. ¡Deja tu comentario más abajo!

Gastos de viaje (precios 2014)

• Día 1: transporte 36 reales (11 euros) + tarjeta teléfono 24 reales (7,3 euros) + comida 40 reales (12 euros) + gorra 15 reales (4,5 euros) + supermercado 20 reales (6 euros). Total: 135 reales (41 euros).
• Día 2: transporte 24 reales (7,3 euros) + comida 76 reales (23 euros). total: 100 reales (30,5 euros)

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