Las mejores cosas que visitar en Río de Janeiro

Actualización: 11 noviembre, 2022

Ese «río» y ese mes, enero en portugués es Janeiro, puso nombre a la ciudad maravillosa, Río de Janeiro. El día de año nuevo de 1502 Gaspar de Lemos llegó a la bahía de Guanabara. El halo que envuelve a la que fuera capital del Imperio de Brasil es tan grande que llega a todos los rincones del planeta. Es complicado no ver con ojos de deseo este destino de América del Sur. En nuestro caso, además, los planetas se habían alineados para ofrecernos el fin de semana de (pre) carnaval. ¡Arranca la fiesta!

Qué ver en Río de Janeiro en 5 días

Habíamos reservado para ver Río de Janeiro en 5 días; contemplar tranquilos los innumerables atractivos, conocidos y desconocidos, de Río. Allí nos esperaba una anfitriona de lujo, Aline, una carioca que conocimos a través de couchsurfing. Licenciada en estudios medioambientales, su tranquila y constructiva charla nos tuvo toda la tarde en torno al sofá de su casa, situado en pleno pulmón de la ciudad, en Barra da Tijuca.

Nos dibujó un mapa imaginario del país, que ella bien conoce por su trabajo, desde sus capitales hasta las zonas más rurales de la Amazonia. Su historia y cómo la princesa Isabel de Brasil abolió la esclavitud. A través de los sonidos de la samba más tradicional y del maracatú (el maracatú es una manifestación musical de origen afrobrasileño), nos introdujo en el carnaval. Nos dio a probar productos ecológicos de su tierra. Disfrutamos. Vimos el sol, después la luna.

Nuestra amiga en Rio

A la mañana siguiente tocaba quemar las suelas de los zapatos. Después de un rico desayuno quedamos con los amigos del Free Way Tour. Con ellos descubrimos el centro de la ciudad y algunos de sus rincones más históricos, que no necesariamente los más bellos.

Santa Teresa y Lapa

Tal vez para ver lo mejor de Río haya que perderse, sin guías ni mapas, por ejemplo por los barrios de Lapa y Santa Teresa. Eso hicimos mientras el aterrador sol calentaba nuestras cabezas y el agua más el Guaraná (nuestra bebida preferida en este país) nos servían de reconstituyente.

En Santa Teresa descubriremos el barrio más bohemio y pintoresco de Río de Janeiro que vivió su máximo esplendor en el siglo XX. Uno de los rincones más emblemáticos y coloridos son las escaleras Selaron, símbolo del arte urbano y la vida bohemia por la que se caracteriza este distrito. De hecho, se ha llegado a catalogar en varias ocasiones como el Monmartre carioca.

Además, puedes cruzar los arcos de Lapa, un monumental acueducto del siglo XVIII y que hoy sirve de límite entre los barrios de Santa Teresa y Lapa, ubicados en el centro de la ciudad.

El rico almuerzo que zampamos en el barrio de Gloria, un poco más asequible para comer, nos terminó de subir la energía perdida en el camino.

Propuesta:

Blocos y bandas del Carnaval de Río

Por la tarde nos esperaba un plato fuerte, el Bloco Simpatia É Quase AmorLos Blocos y bandas son grupos, una especie de asociaciones, que conforman una parte importante del carnaval popular de las calles. Con su música, su baile y su alegría contagian de simpatía y amor a todos los locales y visitantes de Río de Janeiro.

En concreto este grupo lo hacía este año con especial cariño por celebrar su 30 aniversario (pero hay otros desfiles de las escuelas de samba que bien merece la pena, como el de Suvaco do Cristo, Cordão do Bola Preta o la Banda de Ipanema). Disfrutamos del desfile como niños sin parar un segundo. Desde las calles, gracias a la organización también desde los camiones desde donde arranca la fiesta, y finalmente en la playa, en las playas de Ipanema, ni más ni menos. Sólo un baño y un atardecer desde aquí consiguió relajarnos. Estábamos exhaustos de sentimientos positivos.

YouTube video

Estadio de Maracaná

Sólo fue el primer día de visitas. El segundo, domingo, teníamos todavía más. Lo primero, otra conjunción astral para amar por siempre a esta ciudad, en Maracaná había clásico: Fluminense vs. Botafogo; lo segundo, había ensayo general en el Sambódromo por la tarde.

Por orden, alcanzamos el que fuera el estadio más grande del mundo. Preguntamos para llegar a un viandante pero aquí en cuanto te descuidas te ayudan sin límites. En el pequeño paseo en auto coincidimos en presentarnos los tres como periodistas. Bonitas casualidades.

¿Qué comer en Río de Janeiro?

  • El plato nacional de Brasil es la Feiojiada, incluso de Portugal, y que puedes encontrar en el animado barrido de Lapa. Sus ingredientes básicos son los frijoles (suelen ser frijoles negros en Brasil, blancos o rojos en Portugal) y la carne de cerdo en salazón. Se suele presentar acompañada de arroz y gajos de naranjas.
  • Los platos cariocas suelen ser los Churrascos/rodizio (variedad de carnes, todas cocidas en la parrilla), Leão veloso (sopa de marisco), Moqueca (sopa marinera), Bolinhos de Bacalhau (Bolitas de Bacalao), las costillas de cerdo o la carne seca.
  • Y de beber, por supuesto, el guaraná (refresco brasileño) y la caipirinha, esa explosión de ron y refresco, mezclado con el azúcar y trozos de lima.

Ya estábamos aquí. El Estadio de Maracaná que fuera sede del Mundial de Fútbol  en 2014 nos esperaba con sus renovadas galas. Ir al fútbol en este país es mucho más que ver un juego de 90 minutos entre dos equipos, es una «cultura», una tradición, una religión. Lo popular empieza por el precio, con entradas que arrancan en 20 reales (6 euros); le sigue la afición de toda la familia, animales domésticos incluidos, por unos colores. Y termina por la pasión, desmedida, de la torcida, los seguidores más radicales. Por encima de todo, el espectáculo, y la soporífera calor a las 16 horas. Y ganó el que nadie esperaba, el Botafogo (0-3). Si el día que se visita la ciudad no hay partido, existe la opción de hacer un tour por el estadio.

JP en Maracana

Además de eventos deportivos, se celebran eventos culturas. Por aquí han pasado grandes como Paul Mccartney, U2 o Madonna en sus más de 80.000 localidades. Alrededor del estadio, hay una especie de paseo de la fama dedicado a los grandes futbolistas de la historia.

El Sambódromo

La intensidad de esta ciudad, la pasión que le pone a todo lo que toca, la vida nocturna iba a llegar a su culmen. En el sambódromo del Marquês de Sapucaí (inaugurado en 1984), el epicentro de la mayor fiesta del mundo, nos esperaban los ensayos generales para el gran desfile del Carnaval.

Para llegar hasta aquí hicimos uso del transporte público como el metro. Tienes que bajarte en la estación Praça Onze.

La LIESA nos dejó trabajar acreditados y tuvimos la enorme suerte de vivir este espectáculo a pie de pista. Primero con un acto íntimo que reúne a las lavandeiras, las mujeres ataviadas con vestidos bahianos que cada año limpian este particular escenario antes de que arranque la fiesta, con hierbas y aguas traída del mar. Después con algo que no suele llegar a nuestras televisiones, una procesión en honor a San Sebastián, patrón de la ciudad. Y por último el gran desfile de la escuela de samba ganadora en la edición anterior, A Unidos de Vila Isabel.

Durante varios minutos, se paró el tiempo. Un teatro perfecto en forma de miles de personas apasionadas cantando y bailando se apodera del espectador. No se alcanza a balbucear ninguna palabra, solo es posible sonreír, sonreír y sonreír. La cuarta pared invisible no existe. Todos los representantes de la «escola» meten el virus del carnaval a los que miran. Es imposible estar quieto, los pies, las caderas, las manos, se mueven solo. El frenesí llega a su culmen con la batería. Es un orgasmo de felicidad, de alegría…

Cristo Redentor y cerro Corvocado

Muchas lunas nos esperan con sueños en forma de carnaval… Con las mieles de la felicidad, llegaba un nuevo día. Todavía nos faltaba ver una de las 7 maravillas del mundo moderno reconocidas, la estatua del Cristo Redentor, obra de Paul LandowskiGheorghe Leonida.

El cerro en el que se encuentra el Cristo Redentor se llama Corcovado y está a más de 700 metros sobre el nivel del mar y se puede tener una visión en 360 grados de la gran urbe, esa que tenemos todos en la retina.

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Para llegar hasta allí se puede ir desde Río de Janeiro en bus o tren (20  reales, 6 euros). La entrada al monumento cuesta 32 reales (10 euros). Independientemente de la fe en la religión, o no, merece la pena la subida para ver la escultura más grande del mundo de estilo art decó, y, por supuesto, para quedarte embobado con las espectaculares vistas a la ciudad.

Pan de Azúcar

Otra panorámica hermosa pero cara para nuestro presupuesto, es la que se observa desde el Pan de Azúcar (63 reales, 20 euros).  Aquí no hay un cristo en su cima pero sí una auténtica obra de ingeniería en forma de teleférico. Las taquillas se encuentran en el barrio de Urca a escasa distancia de Praia Vermelha.

Con 396 metros de altitud y situado al borde del mar sobre la bahía, el Pan de Azúcar no es la colina más alta pero si la más visitada y junto con su teleférico se ha convertido en un símbolo más de la ciudad.

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Favelas en Río de Janeiro

La pobreza en Brasil es una realidad y visitar una favela, si se quiere, es una manera de conocer mejor todas las caras de la ciudad. Nosotros lo hicimos el último día. Las que se encuentran cerca de las zonas turísticas son seguras porque fueron pacificadas.

En la favela de Santa Marta hay una escultura enorme y un mural dedicado a Michael Jackson; te sorprenderá por sus artísticas casas con fachadas de colores y sus espectaculares miradores. Allí existe un proyecto solidario muy guay, Pôr Do Santa, para recolectar alimentos.

En Vidigal incluso tienen pensiones, bares y restaurantes para los visitantes, mientras que en la favela de Tavares Bastos la música funk en directo es excelente. La que está más de moda ahora es la favela de Cantagalo que se encuentra en una colina con vistas al mar entre los barrios de Ipanema y Copacabana (por su ubicación es la más accesible para visitar y también es seguro hacerlo por libre).

No te lo pierdas...

  • Una excursión a Arraial do Cabo, al paraíso. Es uno de los lugares con las playas más bonitas del país sudamericano. Se navegará en barcos típicos sobre las aguas cristalinas y se harán paradas para el baño.
  • También tienes esta excursión a Angra dos Reis, otro paraíso. Son islas de la bahía rodeadas de selva y montañas que se unen directamente con las aguas turquesas del mar.
  • Y, como novedad, puedes hacer este tour por Grumari y Pedra do Telégrafo. Te adentrarás en la salvaje playa de Grumari, un rincón poco frecuentado por los turistas, y escalarás la cima de Pedra, uno de los puntos más instagrameables de Brasil.

Los cinco días que vivimos en Río de Janeiro nos cundió al máximo, pero se nos quedaron cosas en el tintero como Floresta da Tijuca, la mayor selva urbana del mundo, el Lagoa Rodrigo de Freitas, el alma de la ciudad que se encuentra en pleno centro, o darnos un baño también en la playa de Copacabana.

Podría haber sido perfecto pero finalmente fue pluscuamperfecto. Nuestro corazón ya tiene un hueco para ti, maravilla ciudad de Río de Janeiro. Volveremos.

Cómo llegar del Aeropuerto al centro de Río

Nosotros proveníamos de Sao Paulo, pero pero si te interesa cómo moverte desde el Aeropuerto Internacional de Galeã hasta el centro de Río de Janeiro te dejamos a continuación varias opciones.

El aeródromo se encuentra a 20 km del centro de la ciudad y puedes tomar un BRT (Bus Rapid Transport), autobús especial entre aeropuertos, autobús estándar y el metro. Consulta en el mismo aeropuerto las opciones que más te interesen según tu alojamiento.

Traslados:

  • Si buscas comodidad puedes reservar traslados con un mínimo de 24 horas de antelación y conocer la tarifa antes de contratar.  

Mapa de Río de Janeiro

Gastos de viaje en Río de Janeiro (precios 2014)

  • Día 3: bus de Sao Paulo a Río 74 reales (22 euros) x 2 (45 euros) + comida 33 reales (10 euros) + transporte urbano 6 reales (1,8 euros). Total: 187 reales (57 euros).
  • Día 4: comidas 106 reales (33 euros) + transporte 34 reales (10,5 euros). Total: 140 reales (43 euros).
  • Día 5. comia 50 reales (15 euros) + snacks 10 reales (3 euros) + entrada fútbol (exonerados) + transporte 22 reales(6,4 euos) + ensayo general (gratuito). Total: 82 reales (25 euros).
  • Día 6: transporte 18 reales (5,5 euros) + bus a Cristo redentor 40 reales (12 euros) + acceso Cristo Redentor 64 reales (20 euros) + comidas 103 reales (31 euros). Total: 225 reales (69 euros).
  • Día 7: tránsito a Uruguay en avión + bus. Total sin contar con el precio del pasaje de avión y bus: 134 reales (41 euros).

¿Qué te ha parecido nuestro post sobre qué hacer en Río de Janeiro? ¿Incluiríais algo más para este viaje? ¡Cuéntanos! Estamos deseando leer tus propuestas y experiencias. ¡Deja tu comentario más abajo!

 


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2 comentarios en «Las mejores cosas que visitar en Río de Janeiro»

  1. Hola Jesús, efectivamente en Brasil hay algún problemilla para usar tarjetas y, sobre todo, para sacar dinero con algunas tarjetas. Nosotros, con la de EVO no tuvimos muchos problemas aunque es cierto que un día ningún cajero reconocía la tarjeta. Por ello lo recomendable es llevar de dos tipos (por ejemplo VISA y MasterCard), además de algo de efectivo para cambiarlo por si las moscas. Igualmente, aunque sean bancos distintos, nos consta que en el Santander aceptan la mayoría de tarjetas de bancos españoles. Por supuesto en las grandes ciudades, Sao Paulo y Río, hay menos problemas que en pequeños pueblos. Imagino que se pondrán las pilas… buenas les espera. Un saludo viajero!

  2. Tengo una curiosidad-consulta de vuestro periplo por Brasil. Yo lo visité hace un año y tuve muchos problemas para usar tarjetas de crédito que no fueran brasileñas. Sólo pude sacar dinero con mi Visa en cajeros de Citibank. En ningún caso pude usarlas para pagar en ningún sitio ni sacar dinero en cajeros. No sé si habrán resuelto esto con la que les espera este año y los próximos con los juegos olímpicos…

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