Turismo sostenible: cómo montar un viaje responsable con el medio ambiente

En los últimos tiempos son muchas las noticias que nos llegan en torno al cambio climático: subida de temperaturas, contaminación por plásticos, peligro de extinción de algunas especies animales y, también, de la especie humana. Es crudo leer y escuchar cosas así, pero esta información será cada vez más habitual si no ponemos remedio.

A pesar de que el panorama es complicado, tenemos en nuestra mano una gran oportunidad para ayudar disminuir el calentamiento global y, para ello, será necesario cambiar pequeños hábitos de nuestro día a día: usar botellas de acero o cristal, desplazarnos en transporte público por la ciudad o planear para nuestras vacaciones un viaje responsable, un turismo sostenible, entre otras muchas posibilidades.

Este tema tan de actualidad da para muchos debates, sin embargo, en este post vamos a darte algunas ideas sobre cómo planificar un viaje respetando al máximo el medio ambiente.

Cómo elegir un destino sostenible

Cuando planeamos un viaje deberíamos buscar un destino sostenible, es decir, un lugar que cuide el medio ambiente, la economía local o las culturas del lugar; un lugar que valore la transición energética, la gestión de residuos o la implicación social,… Los cambios comienzan desde que elegimos un destino hasta que volvemos de esas vacaciones.

Si eliges practicar este tipo de turismo, ayudamos a la protección y conservación de los ecosistemas locales, contribuimos a que se respete la biodiversidad de la zona y formamos parte de una experiencia activa, gratificante y diferente.

Baiona (Galicia), Berguedà County (Cantaluña), las Islas Atlánticas de Galicia (Galicia), Noja (Cantabria), Menorca (Baleares), las Tierras del Ebro (Cataluña) y Torroella de Montgrí- L’Estartit  (Cataluña) aparecen en la lista de los cien destinos turísticos más sostenibles del mundo realizada por la organización internacional Green Destinations, que estos días celebra la quinta edición de las jornadas mundiales de destinos verdes en Croacia.

La huella ecológica del avión

La huella ecológica es lo que mide el impacto de las actividades humanas sobre la naturaleza. En los últimos tiempos, el desplazamiento aéreo está en el punto de mira. Aunque es más cómodo y rápido que otros medios de transporte, ya que salva grandes distancias en poco tiempo, es también el responsable de un mayor impacto de contaminación medioambiental.

Existen compañías aéreas comprometidas con el medio ambiente y que buscan reducir la huella ecológica, por tanto, es importante que valoremos, antes de tomar un vuelo, si la compañía aérea toma estas iniciativas en contra de la contaminación atmosférica, o si podríamos hacer este mismo desplazamiento en otro medio de transporte alternativo como el tren.

Los aviones y cruceros son grandes contaminantes y es probable que, a largo plazo, los precios de éstos aumenten porque las tasas e impuestos medio ambientales también aumentarán, según apuntan algunos expertos en la materia.

Elige un hotel sostenible

El alojamiento es otro punto importante a la hora de planificar nuestro viaje, y encontrar uno que lleve a cabo prácticas de turismo sostenible y que se esfuerce día tras día en reducir la contaminación, no siempre es fácil.

Por suerte, nosotros tenemos una cadena hotelera de confianza y sabemos que lucha diariamente en contra de la contaminación ambiental y que, apuesta, firmemente, por el turismo responsable. Esta cadena hotelera es Accor Hotels.

Con más de 4.000 hoteles repartidos en más de 90 países, lleva 25 años trabajando en el turismo consciente con el medio ambiente. De hecho, se fijaron unos objetivos para el año 2.020 apoyados en el programa “Planet 21” que es ya visible en muchos hoteles que forman parte de la cadena.

Este programa apuesta, entre otras acciones, por que los clientes reutilicen sus toallas, ya que con el dinero que se ahorran en agua, energía, lavandería… plantan árboles. ¡Han plantado ya 7 millones de árboles en más de 25 países! Es decir, se planta un árbol cada minuto y la campaña se llama Plant for the planet.

Por otro lado, el diseño de las habitaciones es totalmente ecológico. Las almohadas y edredones están fabricados a partir de botellas recicladas y la madera usada en la fabricación de las camas procede de bosques con gestión sostenible. Además, se han eliminado las botellas pequeñas de geles y champús y, en su lugar, han puesto dispensadores. ¿Te imaginas la cantidad de plástico que se ahorra con esta medida? No solo en plástico, también en productos de higiene, ya que estos botes muchas veces no se gastan del todo y acaban en la basura.

En los restaurantes de Accor también están llevado a cabo medidas para evitar el despilfarro de alimentos y eso nos encanta. Se han marcado unos compromisos entre los que se encuentran la disminución de los desperdicios de comida en un 30 por ciento; la priorización de proveedores comprometidos con el bienestar animal; facilitan el consumo de alimentos de temporada y proximidad (suelen tener huertos ecológicos); eliminan el plástico de uso único, como las pajitas/cañitas (¿Quieres ver cómo las pajitas son un arma de destrucción masiva? Pincha en este artículo del blog de viajes El rincón de Sel para verlo); aumenta la carta de productos orgánicos y la agroecología.

La cadena hotelera francesa responde, también, a las distintas necesidades alimenticias de los clientes, al igual que se han comprometido a eliminar de su carta especies de peces protegidas.

Al hilo de estas prácticas, Accor ha cambiado las vajillas de sus buffets sustituyéndolos por platos y cuencos más pequeños para que no se despilfarre tanta comida y el comensal sea más consciente de las cantidades que consume.

En esta cadena hotelera tienen claro su compromiso y por ello forman parte de la App “Too good to go”. ¿La conocías? Es una aplicación gratuita que permite a los establecimientos vender el exceso de comida con el que muchos restaurantes y locales se encuentran al final del día. ¿No es genial? ¡Se evita tirar mucha comida en buen estado!

Poco a poco se van introduciendo estos cambios en todos los hoteles que la cadena tiene repartidos a lo largo y ancho del mundo. En Estados Unidos, Irlanda e Inglaterra ya están implantadas al cien por cien estas medidas, y en los demás países, como España, van introduciéndose poco a poco… sin prisa, pero sin pausa.

Voluntariado en granjas orgánicas, ¿te lo has planteado?

Si lo que quieres es estar en contacto con la naturaleza este tipo de voluntariado es perfecto porque además pondrás tu granito de arena salvaguardando el medio ambiente. Es importante que antes de elegir el destino, definas bien tus objetivos para que la elección del lugar vaya acorde con lo que buscas.

Aprender labores del campo, cómo cuidar a los animales o cómo hacer un fuego serán alguna de las actividades de las que te encargues. Por eso es importante que vayas con la mente abierta. Aprenderás muchas cosas nuevas y para ello has de dejarte guiar. De esta forma la experiencia será más enriquecedora de lo que imaginas. Hay decenas de plataformas digitales que te ponen en contacto con estas granjas ecológicas.

Evita hacer actividades con animales

Como viajeros tenemos muy claro que la responsabilidad no solo es con el medio ambiente, si no también con las especies animales que son utilizadas y maltratadas, en muchas ocasiones, en distintos tours o excursiones solo para que el turista los pueda acariciar o hacerse la foto. Lo reconocemos, nosotros hemos sido los primeros pecadores, por ignorancia. Pero lo importante es darse cuenta y luego denunciarlo.

Los delfines, tigres o elefantes están, en algunos países, bajo los efectos de las drogas y la vejación, para que los visitantes puedan interactuar con ellos. También los tucanes, loros y monos sufren con este tipo de acciones: la luz del flash de las fotos los puede dejar ciegos.

Es muy importante tener esto en cuenta, porque hay orfanatos de elefantes o rinocerontes, por poner un ejemplo, que se aprovechan de esta situación y, aunque el turista va con buena voluntad, les engañan y convierten a estos animales en un negocio. Es importante informarse bien antes de visitar cualquier lugar de estas características.

Transporte público: cómo moverte en las ciudades

Para hacer buenas prácticas de turismo ecológico, además de tener en cuenta el transporte que nos llevará a nuestro destino, es importante planificar cómo vamos a desplazarnos una vez que lleguemos a la ciudad que vamos a visitar.  El transporte público urbano ayuda a eliminar gases contaminantes además de reducir, también, los costes económicos y sociales.

Para nosotros es importante, cuando viajamos, informarnos previamente de cuáles son las opciones de transporte urbano que tenemos disponible. Nos resulta mucho más cómodo y, además, reducimos el impacto negativo que se produce en el medio ambiente. Las principales ciudades turísticas del mundo tienen páginas que facilitan los itinerarios, precios y demás información útil sobre este tipo de transportes.

También nos encanta usar las bicicletas públicas o las de alquiler privado. Si son ciudades llanas y accesibles, ¡pan comido!

Comer productos locales en restaurantes locales

Comer productos locales en restaurantes locales es una apuesta segura. De esta forma contribuimos con la economía local, los productos suelen ser más frescos y sanos, y ayudamos contaminar menos, ya que al ser de procedencia autóctona se ahorra mucho en transporte e intermediarios. También nos gusta pasear por los mercados de abastos para comprar, a veces para comer, y para ver la vida real del lugar.

Además de todas las cosas buenas que ya hemos comentado, cuando investigamos sobre los productos típicos encontramos algunos que no son habituales en nuestro país o que se cultivan o producen de una forma diferente, así que… ¡todos son beneficios!

El “slow life” está de moda: viaja sin prisas

La calma. Es lo que muchos de nosotros intentamos practicar en nuestro día a día para tomar consciencia y salir de la vorágine de vida que llevamos. Disfrutar de paseos, de momentos, viajes… ¡Nos encanta!

El concepto de viajar sin prisas busca conocer a fondo un lugar, sus comidas, mezclarse con sus gentes, descubrir otras formas de actuar. “Vivir la ciudad”, integrarse con los locales, disfrutar de sus costumbres, fiestas, rutinas y formas de vida, en definitiva, ser uno más. Sin prisas, sin reloj, sin una ruta que nos marque todos los “imprescindibles”. Esta forma de plantear los viajes busca la calidad, más que la cantidad. A nosotros nos encanta practicarlo, aunque a veces, reconocemos, también nos gusta la planificación para aprovechar los pocos días de vacaciones que tenemos. Y a ti, ¿que te gusta más?

Mira los programas culturales y asiste a encuentros comprometidos

Si practicas esta forma de viajar te darás cuenta que es interesante que imites y reproduzcas las costumbres de los locales. Interactuar con ellos es una forma de conocer mejor la cultura, el lugar, cuáles son sus hábitos, inquietudes…

Busca mercados, programas culturales, encuentros sociales que se organicen en la ciudad durante los días que pasarás por tu destino elegido. Es una forma de integrarte y vivir la cultura desde dentro, y de conocer mucho mejor a los locales, sus hábitos y tradiciones.

Comienza por tu neceser y mochila

El ecoturismo, además de por tu destino, empieza previamente en tu maleta. ¿Qué debo meter en mi equipaje para causar el menor impacto medioambiental posible?

Puede ser que en el neceser y la mochila se acumulen una cantidad de plásticos considerable por los recipientes de los productos que usamos para el aseo. Intenta ahorrarlos. Los cepillos de dientes de bambú son una alternativa perfecta a los de plástico convencionales, además, las cedras del cepillo y el propio recipiente se fabrican con alternativas poco contaminantes. La pasta de dientes, elaboradas con productos cien por cien naturales, también es una opción a la pasta de dientes habitual y cumple perfectamente todas sus funciones: elimina el sarro y previene la aparición de caries.

El jabón, el champú sólido, el desodorante en sitck, los discos para desmaquillar reutilizables o el uso de cosméticos naturales son alternativas que minimizan el impacto medioambiental.

Viajar practicando el slow travel o turismo sostenible es mucho más fácil de lo que puede parecer en un principio. Afortunadamente existen los hoteles comprometidos con el cuidado del medio ambiente y, como ves, se responsabilizan del más mínimo detalle. Si a eso le sumamos pequeños cambios en nuestros hábitos, daremos pasos de gigante entre todos. ¡Se puede viajar respetando el medio ambiente! ¿Te animas a comprobarlo?