Ruta por la Sevilla de Magallanes: homenaje a la primera vuelta al mundo de la historia

¿Sabías que la primera vuelta al mundo de la historia de la humanidad partió desde Sevilla? ¿Sabías que esta aventura tuvo lugar hace 500 años? Fue exactamente en 1519 cuando arrancó la primera circunnavegación de la Tierra, desde y hasta la capital hispalense, capitaneada por Fernando de Magallanes y culminada por Juan Sebastián Elcano en 1522. Sí, los primero viajeros «mochileros» que, con lo puesto, intentaron recorrer el planeta y… lo lograron.

La efeméride de tal hazaña se celebrará desde 2019 durante tres años y medio (el tiempo que duró la travesía) en España, especialmente en el sur de la Península. Nosotros, como sevillanos de nacimiento y adopción, hemos querido hacer nuestro particular homenaje a estos viajeros románticos con un itinerario turístico muy especial: la ruta por la Sevilla de Magallanes. A continuación vamos a dar un paseo por esa ciudad de los descubridores y exploradores. ¿Estás preparado? ¡Empezamos!

Sevilla de Magallanes

Puerta de Jerez y Arco de la Plata

Nuestra ruta empieza por el principio. La Puerta de Jerez, en el centro de Sevilla y muy cerca del río Guadalquivir, era la puerta de entrada a Sevilla más cercana al Puerto (el principal puerto «marítimo» de enlace con América).

De ahí, se dirigían al Arco de la Plata para acceder a los Reales Alcázares. Este arco pasa desapercibido para muchos visitantes en la actualidad. Por debajo del mismo transitaron cientos de veces Magallanes y sus hombres hace cinco siglos antes de partir. Si vienes desde la Puerta de Jerez hacia la Avenida de la Constitución, te lo vas a encontrar a la derecha, justo en frente del BBVA. En el año 1985, fue declarado Bien de Interés Cultural (BIC) en la categoría de monumento.

Casa de la Contratación

Si sigues caminando por las callejuelas del centro de Sevilla, muy cerca tendrás tu siguiente parada. Situada en la plaza que lleva el mismo nombre, era el lugar establecido para controlar el tráfico ultramarino. El edificio original ya no existe y hoy en día es la sede de algunas Consejerías de la Junta de Andalucía.

El edificio original, levantado en el siglo XVI, estaba integrado en el mismo solar que los Reales Alcázares. En la época de bonanza llegaba a recibir casi 300.000 kilos de plata y 50.000 kilos de oro al año. Casi nada.

Reales Alcázares

Justo a la espalda de la antigua Casa de la Contratación, está este lugar imprescindible. No le hace falta presentación. ¿Quién no ha escuchado alguna vez hablar de Los Reales Alcázares? Aunque es enorme y tiene muchas cosas para ver lo que interesa desde el punto de vista magallánico es la “Sala de Audiencia” y su capilla, que funcionó como aula para la Escuela de Navegación. Presta atención al retablo de la “Virgen de los Mareantes”, donde aparecen los barcos que disponía la armada española.

Eso sí, ya que estás, no dejes de dar una vuelta por sus jardines y salones y trasládate a la época que quieras… Y, sí, en los Reales Alcázares se rodó la popular serie de Juego de Tronos, que tantos turistas atrae. Pero, recuerda, muchos años atrás, también se organizó el viaje más grande jamás antes hecho.

La Catedral

Una vez que salgas de los Reales Alcázares (salida por el Patio de Bandera) volverás a la Plaza del Triunfo, lugar de origen. En ese momento se abrirá frente a ti una imagen soñada, la imponente Catedral y la Giralda frente a tus ojos, uno de los símbolos de la ciudad.

En la época de los descubridores, la Catedral era punto de encuentro para los comerciantes. Quizá no lo sepas pero las escaleras o ‘gradas’ que la rodean sirvieron para hacer los negocios, tratos y operaciones relacionados con el comercio del Nuevo Mundo. Los navegantes antes de surcar las aguas se encomendaban a la Virgen de la Antigua situada en su interior. ¿Te imaginas cómo serían los alrededores de la Catedral en aquella época?

Archivo de Indias

Junto a la Catedral, en la misma Avenida de la Constitución, está el famoso Archivo de Indias. Situado en el edificio de la Casa de la Lonja, se convirtió en el Archivo General de Indias cuando la Casa de la Contratación se trasladó a Cádiz. Es una auténtica joya que no puedes perderte. Conserva más 40.000 legajos con más de mil documentos cada uno, lo que sumado da un total de más de 80 millones de páginas. Se puede visitar todos los días, excepto los lunes, y la entrada es gratuita. En ocasiones hay exposiciones muy interesantes, como la que hubo sobre el Descubrimiento de América. Pregunta antes de irte.

Reales Atarazanas

Si seguimos el camino, pero ahora enfilando el río Guadalquivir, nos acercaremos a las Reales Atarazanas. Este lugar estaban destinado a la construcción y reparación de embarcaciones. Son los astilleros más antiguos que se conservan en España.

A pesar de que ha sufrido una gran transformación y remodelación, a día de hoy siguen cerradas, aunque se pueden ver por el exterior. Eso sí, si aún así tienes ganas de verlas por dentro, puedes admirarlas en Juego de Tronos, que también se rodaron aquí.

Torre del Oro

Muy cerca de las Atarazanas está otro de los símbolos de la ciudad desde hace siglos, la Torre del Oro. Desde su construcción (S. XIII) es el punto focal del puerto sevillano. Su misión era formar parte de la línea de muralla que defendía a los Reales Alcázares.

Justo frente a ella tuvo lugar la salida y llegada de la expedición de Magallanes. ¿Sabíais que actualmente acoge el Museo Naval de Sevilla? Si no has entrado nunca, ya estás tardando. Sobre todo, no te vallas sin subir a la azotea ya que las vistas te dejarán sin aliento. Cuidado porque el horario es reducido.

Muelle de las Mulas y Milla Cero

Aunque desconocido para muchos, tiene un valor importantísimo para la vuelta al mundo. Por el Puente de San Telmo, y dejando la Torre del Oro a la derecha, llegamos hasta la Plaza de Cuba. Hoy no queda nada de aquel emblemático muelle desde el que zarpó Magallanes el 10 de agosto de 1519.

En 2010 se colocó un monumento con forma de esfera y globo terráqueo denominado “Milla Cero” como homenaje a tal hazaña. Para ubicarte, está justo delante del Museo de Carruajes en la calle Juan Sebastián Elcano, frente al río. Por lo menos, la foto te la puedes hacer e imaginarte por un momento cómo pudo ser esa partida hace cinco siglos…

Justo en la otra esquina del puente de la Plaza de Cuba se encuentra, Puerto de Cuba, la mítica terraza de verano. Ahí, si te apetece, te puedes parar, tomar un café (abre en todas las estaciones) y admirar el Muelle de las Mulas, casi el «punto 0» de la expedición de Magallanes (pereció en 1521 en una batalla en Filipinas) y Elcano.

Iglesia de Santa Ana

Ya habíamos cruzado el Río Guadalquivir, estábamos en el Barrio de Los Remedios, y ahora nos adentramos en el barrio de Triana. La relación de la Iglesia de Santa Ana con la época magallánica se centra en la imagen de la Virgen de la Victoria. Si entras, no te pierdas el azulejo que hay en el altar que conmemora aquel viaje de la Sevilla de Magallanes.

Y es que la Iglesia de la Victoria fue un hito para la primera vuelta al mundo de la historia. Fue el último sitio al que se encaminaron los navegantes antes de partir. La devoción de estos marineros hizo que antes de la gran aventura rezaran en la «Catedral de Triana» delante de la imagen de la Señora.

Puente de Barcas

Y para cerrar esta ruta de la Sevilla de Magallanes, otro lugar emblemático. Desde Santa Ana tendrás que poner rumbo de nuevo al río Guadalquivir. El nombre nos puede despistar pero estamos seguros de que todos conocéis el emplazamiento. Estamos hablando del primitivo puente que servía de conexión entre las dos riberas y que ahora ocupa el Puente de Triana o Puente de Isabel II.

Durante siglos fue la única forma de cruzar de un lado a otro del Guadalquivir. En ese punto, lugar fundamental de esta ruta de la Sevilla de Magallanes, podría acabar al atardecer.

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