La expectativas de la isla norte estaban cubiertas y ahora nos tocaba la isla sur de Nueva Zelanda. La Isla Sur ofrece una variedad incomparable de paisajes: picos nevados que se elevan sobre llanuras resecas por el sol, cascadas fascinantes que caen en cascada en lo profundo de los fiordos y glaciares translúcidos que se derriten en lagos serenos. La isla es también el hogar de grandes estaciones de ovejas, viñedos y ciudades acogedoras. Más grande que la Isla Norte, está mucho menos poblada, dejando grandes extensiones de tierra por descubrir por su cuenta.
En Picton, el puerto de entrada, nos esperaba lo que todos aciertan en coincidir que es la mitad más bonita del país. La llegada, de madrugada y con nuestra autocaravana, no fue prometedora. Por primera vez en varios días no conseguimos encontrar la zona de acampada libre y, 20 kilómetros después, desistimos. Buscamos un hueco en la cuneta de una carretera olvidada y ahí, junto a la fauna del lugar, dormimos plácidamente.
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Parques Nacionales en la Isla Sur de Nueva Zelanda
Daba comienzo una nueva aventura. Con luz todo cambia. Lo que parecía terrorífico resultó ser un paraje perfecto en una colina que preside el pueblo de Picton con vistas al Estrecho de Cook. A los pocos kilómetros paramos para hacer varias fotos y desayunar nuestro tradicional pan (de molde) con aceite y tomate, como no puede ser de otra forma. Un equipo de la CCTV, la televisión china, la más grande del mundo, que grababa una especie de «Chinos por el Mundo» se acercó para preguntarnos sobre nuestro plan de viaje y la vida de campaña en la caravana. Una nueva experiencia.
La siguiente noche tampoco fue idílica. En Isla Sur de Nueva Zelanda, desafortunadamente, las áreas de acampada gratuita no están tan bien localizadas y la premura en la llegada de la noche nos hizo dormir entre una exposición de coches en venta al aire libre, lugar en el que pensamos que pasaríamos desapercibidos. Así fue. Descansamos y pusimos rumbo al Parque Nacional Abel Tasman.
Parque Abel Tasman
Sin duda, este rincón natural es uno de los imprescindibles que ver en Nueva Zelanda. Junto a la playa, pero entre bosques, discurren los más de 54 kilómetros de hermosos senderos que pueden completarse en 4-5 días.
El mismo día, ya de vuelta a nuestro próximo destino, casi por equivocación, tomamos la carretera a Tapawera. El día gris, la fina lluvia, los árboles preparados para el otoño, las ovejas apostadas a pie de carretera y la música de fondo en la radio hizo imborrable este momento. Como ésta, una tras otra, las carreteras escénicas se van sucediendo en la zona más austral del país hasta la extenuación del sentido del belleza. Es la mejor explicación de que en los viajes no sólo hay que buscar el destino; en el viaje todo empieza por el camino.
Otra rareza nos esperaba la jornada siguiente, los Pancakes rocks, una formaciones rocosas en forma de capas de tarta que se crearon hace miles de años y que ahora salpican la costa de Punakaiki. Esto es lo más llamativo pero no lo único de esta zona.
La carretera de la costa está considerada como una de la mas 10 más bonitas del mundo, y perderse por cualquier sendero junto al río Pororiro es como viajar al decorado de Jurassic Park o cualquier película de ciencia ficción.
Parque Westland
La siguiente parada era junto a los Glaciares Franz Josef y Fox, en el Parque Nacional Westland. Por la mañana muy temprano JP tenía la cabeza puesta en otra cosa, el Atlético de Madrid se jugaba el pase a semifinales de la Champions League frente al Barcelona. Por la diferencia de hora (en Nueva Zelanda empezaba el partido a las 06.45 de la mañana) y por lo remoto del lugar, dio por imposible verlo. Pero, de forma increíble, entramos en un bar para conectarnos a Internet, sin más y al minuto comienza a repetir el partido completo en pantalla gigante y con sofás para verlo de forma magnífica. No sabía el resultado y lo vivió de la forma latina habitual, con gestos, aspavientos, algún grito… tenía a todo el bar observándolo.
¡Ganó! Y después pudimos ver lo otro importante que queríamos, los glaciares que están más cerca de la costa de todo el planeta (desde los Alpes Sur a menos de 300 metros sobre el nivel del mar). Muy cerca está el Monte Cook, el punto más alto de Nueva Zelanda con 3.764 metros de altura.
Kilómetro a kilómetro hasta completar los 3.200 que hemos recorrido en total, llegamos a la cumbre de nuestro viaje por la isla sur, Milford Sound. Como en ocasiones anteriores no hubo que esperar a llegar a los fiordos para sorprenderse. La carretera que va desde Te Anau hasta la zona de embarque de los cruceros es simplemente soberbia, además de estar considerada como la más bonita de todo el planeta tierra.
Parque Fiordland
Una vez allí, dentro del Parque Nacional Fiordland (Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO), empieza la sucesión de emociones. A lo largo de 15 kilómetros tierra adentro desde el Mar de Tasmania y rodeado de escarpadas rocas, el fiordo se abre antes los barcos repletos de turistas (la opción más barata es el primer barco de Jucy que cuesta 45 dólares, 28 euros (precios 2014). El resto ronda los 82 dólares, el viaje de 1 hora y 45 miutos, 49 euros). Disfrutamos mucho.
Después, de vuelta, compartimos sensaciones en español con Deme y Elena, una pareja de valencianos que se casó justo el día que nunca vivimos, el 29 de marzo (perdimos el día al volar desde Los Ángeles hasta Nueva Zelanda).
Excursión al fiordo Milford Sound:
- Visita el fiordo más famoso de Nueva Zelanda con esta excursión a Milford Sound. Disfrutarás de dos horas de navegación entre cascadas, montañas e, incluso, podrás encontrarte con algún león marino, focas o blue pengui.
Te Anau
Sin saberlo, porque no lo teníamos previsto, todavía nos faltaba el más difícil todavía, quedarnos sin palabras por enésima vez en el día. Fue en Te Anau Glowworm Caves, las Cuevas de Luciérnagas de Te Anau. La entrada es muy cara, 75 dólares – 47 euros, y por eso nos lo pensamos mucho, pero merece la pena entrar al 100 por 100.
Si no es en ésta, tienes la opción en las archifamosas cuevas de Waitomo o algunas de la decenas que se reparten por el país. La ruta por dentro de la gruta es un equilibrio perfecto con el agua es su máximo exponente: lagos, cataratas,… En la oscuridad, que es progresiva hasta llegar a no ver nada, sobre un pequeño barco, empieza la «quinta sinfonía». La luz de las luciérnagas se multiplica en el techo de la cueva y sólo queda observar y gozar de estos momentos.
La vuelta a Christchurch, desde donde teníamos el avión de vuelta hasta Auckland, en la isla norte, la hicimos cortando camino en dirección a Dunedin en vez de por los Catlins, zona muy recomendable.
Moeraki Boulders
En la tierra de los terremotos, justo al norte de Dunedin, se han encontrado grandes cantidades de esferas de piedra. Los lugareños las llaman Moeraki, en alusión a la playa de nombre homónimo donde se encuentran estas enormes piedras redondas. Nadie sabe de dónde han salido. Los científicos afirman que son obra de la naturaleza y que las piedras esféricas de este lugar están compuestas por restos de calcio cristalizado de un sedimento mineral de cerca de 60 millones años.
Christchurch
Sin saberlo, el poco tiempo que estuvimos en la ciudad de Christchurch que sufrió los duros terremotos de 2010 y 2011 coincidimos con dos ilustres, los Duques de Cambridge, Guillermo y Catalina.
No debes perderte la basílica católica de Christchurch, una de las iglesias más hermosas del hemisferio sur y la más afectadas por el siniestro, las sillas blancas que homenajean a las víctimas del terremoto, súbete al tranvía antiguo y pasea por New Regent Street, los Jardines Botánicos y el río Avon.
Para acabar de rematar el viaje, ya de vuelta en Auckland, en casa de Noe, nuestro anfitrión y couchsurfer, una tradición kiwi, cena con fish and chip.
Pronto, a pesar de la distancia, volveremos. Ni las fotografías ni los vídeos han podido recoger la grandeza de este país. Para volver recordarlo, no tendremos más remedio que regresar. Os dejamos algunos ejemplos. ;D
Mapa de Nueva Zelanda
¿Qué te ha parecido nuestro post sobre qué ver en la isla Sur de Nueva Zelanda? ¿Alguna duda? ¿Incluirías algo más para este viaje? ¡Cuéntanos! Estamos deseando leer tus consultas, propuestas y experiencias. ¡Deja tu comentario más abajo!
Gastos de viaje de la Isla Sur de Nueva Zelanda (precios 2014)
- Día 9: gasolina 87 $ (54 euros)
- 10: 0 $
- 11: gasolina 97 $ (61 euros)
- 12: 2 cafés 10 $ (6,3 euros)
- 13: gasolina 193 $ (121,5 euros)
- 14: crucero Mildford Sound. Precio habitual por persona 77 $ (48,5 euros). Con descuento de periodista 68 $ (42,8 euros) los dos + Cuevas Te Anau. Precio habitual por persona 75 $ (47 euros). Con descuento de periodista 37,5 $ los dos (23,6 euros). Total: 105,5 $ (66,5 euros)
- 15: gasolina 117 $ (73,6 euros)
- 16: supermercado 15 $ (9,5 euros) + gasolina 115 $ (71 euros). Total: 130 $ (81 euros)
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Ojalá que el virus pase pronto y se pueda viajar con seguridad y normalidad, porque la verdad es que no tiene desperdicio!!
¡Qué pasada de viaje! Nos morimos por ir a Nueva Zelanda, tiene que ser increíble.
Nos ha encantado el artículo.
Un beso enorme
Sofía & Alicia
Qué fotos más bonitas y los paisajes son impresionantes.
Ahhhhh la caravana parece de juguete. jajajajaaja