Los 5 pueblos más bonitos de Castilla La Mancha: uno por provincia

Seguimos recorriendo España y esta vez hacemos una ruta por Castilla-La Mancha. La céntrica comunidad autónoma española está formada por 919 municipios que se integran en las provincias de Albacete, Ciudad Real, Cuenca, Guadalajara y Toledo. Ya te puedes imaginar lo complicado que ha sido elegir un solo pueblo en cada una de las provincias, al igual que hiciéramos con Andalucía. Esperamos que disfrutes tanto como nosotros y, sobre todo, que los 5 pueblos bonitos de Castilla La Mancha te sirvan como guía para tus futuras escapadas.

Albacete: Alcalá del Júcar

Podemos decir que es uno de los pueblos mas bonitos de Castilla La Mancha y de la geografía española. Tanto es así que fue declarado Conjunto Histórico-Artístico por Real Decreto en 1982, y años más tarde, en 1986, le fue concedido el tercer premio a la Mejor Iluminación Artística, después de la Torre Eiffel de París y la Gran Mezquita de Estambul.

Sus casas están excavadas en la montaña y se mimetizan a la perfección con el terreno. Sus estrechas calles hasta llegar al Castillo y su río, situado a los pies del pueblo, hace que Alcalá del Júcar sea espectacular.

Si tienes la oportunidad de visitar el municipio no te pierdas el Puente romano, la Plaza de Toros, la preciosa Ermita de San Lorenzo y la Iglesia de San Andrés.

Ciudad Real: Almagro

Si por algo es conocida esta localidad manchega es por su Corral de Comedias, punto de partida de un recorrido turístico y cultural. La orden militar de Calatrava hizo que este pueblo se convirtiera en el siglo XIII en la capital administrativa y la residencia de los maestres, aunque no fue hasta los siglos XVI y XVII cuando aquí se asentaron las familias más ricas de toda Europa. La historia de Almagro es tan interesante que recorrer sus calles te hará teletransportarte a otra época. Por eso se recomienda ir bien informado o contratar a un guía.

No dejes de visitar su Plaza Mayor, una plaza con planta rectangular, irregular, formada por dos flancos con soportales de columnas de orden toscano en piedra, bajo dos galerías corridas, pintorescas y bonitas donde las haya, y el Convento de la Asunción Calatrava. En definitiva, Almagro sorprende a todo aquel que llega al ser uno de los pueblos más bonitos de Castilla La Mancha.

Cuenca: Alarcón

Dicen de Alarcón que, debido a su posición, es mirador y defensa natural, por lo que no es extraño que en la antigüedad fuera elegido como lugar de diferentes asentamientos.

Una bonita imagen de este pueblo con encanto de Castilla La Mancha se puede ver desde la carretera con el Castillo como protagonista. Éste conserva parte de su aroma musulmán, pero ha sufrido importantes reformas a lo largo de los años. Hoy en día, se ha convertido en un Parador, una buena oportunidad para descansar y relajarse en un paraje sin igual durante unos días.

Guadalajara: Valverde de los Arroyos

Este es un municipio pequeño y pintoresco que te llamará la atención por sus casas, todas de piedras oscuras. Está dentro de la ruta de Los Pueblos Negros con la naturaleza como testigo y se puede meter en la calificación de los pueblos de Castilla La Mancha con encanto.

A diferencia del resto de pueblos de Castilla La Mancha mencionados, en este no vas a encontrar grandes castillos ni grandes plazas mayores, pero si vas a poder disfrutar de su peculiar plazoleta y su iglesia, donde la pizarra y madera son protagonistas. Su encanto está en su gente, en la sencillez y la tranquilidad. Sin duda, un buen retiro rural para desconectar durante unas cortas vacaciones.

Toledo: Consuegra

Consuegra es uno de esos pueblos de Toledo que te enamoras nada más verlo, de ahí que se haya ganado el título de los pueblos bonitos en Castilla La Mancha. Su castillo y los molinos de viento te hacen trasladar al libro del Quijote e imaginarte cómo este personaje de Miguel de Cervantes luchaba contra los Gigantes.

El patrimonio de esta localidad va más a allá de sus molinos, conservados en perfecto estado, y su castillo. Plazas, iglesias, ermitas y casas señoriales adornan sus calles tranquilas y se aderezan de un apetecible paseo por el mismo, que incluye obligatoriamente la subida a su cerro Calderico. A Consuegra se le llama “el Último público de la Mancha”, por estar ubicado en la confluencia de la llanura manchega con los Montes de Toledo.

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