Qué ver en Túnez en un fin de semana

Hoy te acercamos a Túnez, la joya del Magreb, en concreto a su capital que tiene el mismo nombre. La Nouvelle Ville de la ciudad apenas se diferencia de Las Ramblas de Barcelona, ​​con su encantador y ancho pavimento sombreado por árboles. Aunque Túnez también cuenta con muchas joyas culturales, como el Museo Bardo, que tiene una de las mejores colecciones de mosaicos romanos del mundo y la Medina protegida por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad. Quizás la visita cultural más imprescindible por los alrededores sea Cartago y sus magníficas ruinas romanas. Aquí, todo lo que ver en Túnez para una escapada de fin de semana.

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Medina

Se puede recoger un mapa gratuito en la Oficina de Turismo de Túnez (avenida 1 Mohammed V, justo al lado de la avenida Habib Bourguiba) porque lo vas a necesitar a la hora de recorrer las laberínticas callejuelas de la Medina (la ciudad vieja o el casco antiguo). Allí puedes ver buena parte del patrimonio histórico, como zocos (mercadillos), palacios, como el Palacio del Bey o el Palacio Dar Hussein, las Tres Madrazas, la Mezquita Zitouna (que data del 732 d.C. y fue reconstruida en el siglo IX, incorporando 200 pilares romanos rescatados principalmente de las ruinas cercanas de Cartago) o la Plaza de la Kasbah (símbolo de la revolución popular de enero de 2011; aquí, frente al Ayuntamiento, tuvieron lugar ocupaciones de varios días, manifestaciones, enfrentamientos sangrientos con el ejército,… que llevaron al actual proceso de Democracia).

Avenida Habib Bourguiba

Se trata del centro económico y político de Túnez capital y del resto del país. La avenida debe su nombre al Primer Presidente de la República y líder del movimiento de Independencia. Sus plazas, la plaza de la Independencia y la plaza del 7 de noviembre recuerdan algunos hitos de la historia del país.

A lo largo de la avenida sobresalen varios edificios gubernamentales, embajadas, hoteles con encanto y el Teatro Municipal.

Mercado central

Este mercado del siglo XIX es uno de los más grandes del país africano y se sitúa en la parte nueva de la ciudad. Es decir, como los zocos en la Medina, pero en la zona moderna. También encuentras productos frescos y todo tipo de artesanías.

San Vicente de Paúl

Pues sí, en la capital de Túnez existe una Catedral Católica y eso que la mayoría de la población local es musulmana… Su construcción es del siglo XIX y se sitúa al principio de la avenida Habib Bourguiba. Destaca por su mezcla de estilos.

Parque Belvedere

Es el parque más grande de la ciudad y es ideal para tomarse un descanso del ajetreo, el ruido y el calor. En su interior se encuentran el Museo de Arte Moderno, con exposiciones temporales de arte contemporáneo muy interesantes.

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Museo del Bardo

Abierto de martes a domingo, de 9:30 a 16:30 horas. El Museé National du Bardo se sitúa a 4 kilómetros de la ciudad y alberga una de las mejores colecciones de mosaicos romanos del mundo. Se ubica en un palacio husseinita precioso, donde muchas de las exhibiciones no solo son interesantes desde un punto de vista arqueológico, sino también atractivas y hermosas. Este museo es uno de los más grandes de África.

Cartago

Esta antigua ciudad romana, a 17 kilómetros de la capital tunecina, fue una de las más importantes del Imperio y hoy sus ruinas son Patrimonio de la Humanidad. Destacan especialmente las termas de Antonio, el teatro, los puertos púnicos y lo que queda del santuario de Tophet, pero todo el complejo situado en la colina de Byrsa es un disfrute para los amantes del arte y la historia. También puede visitarse la Catedral de San Luis de Cartago y el Museo Nacional de Cartago en las inmediaciones.

Sidi Bou Said

Sidi Bou Saïd, que domina el golfo de Túnez, es una ciudad adoquinada de paredes blancas y puertas y ventanas azules bellamente conservada, que lleva el nombre de un santo sufí del siglo XIII y ha sido durante mucho tiempo el refugio favorito de los artistas e intelectuales europeos.

En temporada alta, hay mucho turismo, pero la mayor parte del tiempo la ciudad es un distrito residencial tranquilo y exclusivo. Un poco más abajo de la colina, desde el Café Sidi Chabaane, hay una vista espectacular de todo el golfo de Túnez que se encuentra debajo y las montañas de picos gemelos por las que solían navegar los fenicios. Es obligatorio sentarse en alguna de las terrazas que dan al mar y tomarse un té de menta.

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