Expedición Tahina Can Cuba 2007

Actualización: 25 febrero, 2021

Cádiz, Coruña, La Habana. Un triángulo quizá no tan descabellado. Tres ciudades hermanas con una historia en común. Aunque tal vez sean sus bahías, con ese mar arrebatador, lo que las hace únicas e iguales al mismo tiempo. Un marco incomparable para soñar y dejar volar la imaginación. Es hora de soltar la nuestra al vuelo para aterrizar en el Caribe, para llegar al mismísimo corazón de Cuba: La Habana.

Expedición Tahina Can

La Habana

Dice una conocida canción que «ya sea en Madrid o en Nueva York, La Habana está en todas partes» porque te la llevas contigo. Son unos versos acertados, porque si hay algo en La Habana que la hace mágica es que una vez has estado allí no la puedes olvidar. Su recuerdo va contigo allá donde tú estés. Puede resultar algo incomprensible para el que nunca la haya pisado, pero esta ciudad enamora.

Seguramente tenga mucho que ver en ello sus más de dos millones de habitantes. Porque los habaneros, como buenos cubanos, son gente espontánea, trabajadora y que desprende vitalidad por los cuatro costados. No en vano, dos tercios de la población tienen menos de veinte años.

Gente de La Habana

Fundada a principios del siglo XVI, la Habana Vieja es el barrio más antiguo de la ciudad y, desde 1981, Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Salpicada de pequeños edificios, medio en ruinas, sorprende que todos ellos estén habitados, y es aquí donde mejor se respira la vida que mueve Cuba.

Muchos de los visitantes que llegan a La Habana piensan en tomarse un daiquiri en La Floridita, fumarse un buen habano, sacarse una foto en La Bodeguita del Medio o simplemente pasear por el Malecón. Pero no hay que engañarse, la ciudad esconde mucho más.

El Floridita

Sin moverse del centro de La Habana podemos visitar la Plaza de Armas, que es la más antigua de la ciudad, o la comercial calle del Obispo, que parte de la misma plaza, llena de mercadillos y tiendas alejadas del estilo europeo, y con un marcado sabor añejo.

Muy cerca se encuentra otra plaza singular, la de la Catedral, uno de los conjuntos arquitectónicos mejor logrados del arte colonial hispánico en toda América. La Catedral de San Cristóbal de La Habana es el monumento más llamativo de la plaza, a la que da nombre. Su construcción, iniciada por los Jesuitas, está fechada a principios del siglo XVII. La estatua del Caballero de París, un español que se volvió loco y paseaba por las calles de La Habana vestido con capa haciéndose pasar por un gran aristócrata, completa la fisonomía de este bello espacio de la ciudad. Por cierto, dicen que trae buena suerte pasar la mano por la barba de la estatua al tiempo que se le tira de un dedo.

Camino del puerto, por la calle Mercaderes, tras caminar unas seis cuadras, llegamos a la Plaza Vieja, que se creó para dotar a la ciudad de un nuevo espacio urbano destinado al uso público y comercial sustituyendo a la Plaza de Armas, que pasó tener usos militares allá por el siglo XVI.

Plaza de la Revolucion en La Habana

Todo recorrido por la capital de Cuba pasa obligatoriamente por la Plaza de la Revolución, uno de los símbolos de la revolución cubana. Fue en 1953 cuando se dio comienzo a la construcción de la plaza y del monumento a José Martí. Después del triunfo de la Revolución, la plaza ha acogido numerosas fiestas revolucionarias y discursos de Fidel Castro.

No está todo visto, ni mucho menos, pero tal vez antes del atardecer sea un buen momento para ver la ciudad desde fuera. Regla, un pequeño pueblo marinero ubicado en la Bahía de La Habana, ya absorbido por la capital y al que se puede llegar en una bonita excursión en lancha desde el Muelle de la Sal, ofrece una vista privilegiada de La Habana.

Sin olvidar visitar el Capitolio Nacional, el Gran Teatro de La Habana, el edificio Bacardí, con unas inmejorables vistas de la capital, o los numerosos monumentos y museos que inundan la ciudad, ponemos rumbo al Malecón, un lugar conocido incluso para los que nunca pisaron este bendito suelo cubano.

Las horas pasan más despacio en este rincón de La Habana en el que la marea hace de reloj improvisado. En el Malecón no hay prisas. Habaneros y turistas se funden en el paisaje. Es hora de disfrutar del paraíso, que sin cocoteros ni arena fina a tantas personas ha cautivado. La pasión llega después, con la caída del sol, que hace de los atardeceres un monumento más de La Habana. Minutos más tarde, cuando la luna ya ha dado el relevo, llega el éxtasis al paseo marítimo. Baile, ron, besos, caricias,…

Es precisamente cuando cae la noche el momento en el que renace una nueva ciudad que olvida el deterioro de sus calles y edificios, que aparca las situaciones difíciles por las que pasan los habaneros un día sí y al otro también, y da paso al reconocido espíritu cubano. Éste no es otro que el que ofrece la mezcla entre el maravilloso elixir que da la caña de azúcar en todas sus variedades, la música y el baile sin tregua, y la alegría, mucha alegría. El Café Cantante Mi Habana, La Casa de la Música, Los Jardines de 1830, o el mítico cabaret Tropicana, dan buena fe de ello.

Sin duda, La Habana, no pasará desapercibida en su viaje por muchos motivos, tantos como sean enumerado en forma de lugares ineludibles en su visita, pero sobre todo por los cubanos, unos tipos muy especiales que ostentan de nacimiento el título de embajadores de su patria y que contagian el buen humor allá por donde pasan. O como diría Celia Cruz: ¡Azúcar!

Trinidad

Además de La Habana, recorrimos otros puntos de la isla. Nos vamos para Trinidad, una ciudad que se encuentra en el centro de la isla. Fue la tercera villa fundada por los españoles en la época colonial. Es una de las ciudades coloniales mejor conservada y es Patrimonio de la Humanidad.

Trinidad

Cienfuegos

Cerquita de Trinidad se encuentra Cienfuegos. Está ubicada en la llamada península de la Majagua, a la orilla de la bahía de Jagua. Es una ciudad de servicios abierta al Mar Caribe, la llaman ‘La Perla del Sur’. El centro histórico también es Patrimonio de la Humanidad.

Viñales

Se trata de un valle ubicado en la zona más occidental de Cuba. Es uno de los Parques Nacionales de la isla y también es Patrimonio de la Humanidad.

Algunos expedicionarios Tahina Can Cuba

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1 comentario en «Expedición Tahina Can Cuba 2007»

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