En un pequeño pueblo que no supera los 300 habitantes de la provincia de Burgos, en el “Triángulo del Arlanza”, partido judicial Salas de los Infantes de Castilla y León, está el cementerio más original del mundo. No hay otro como éste en todo el planeta. Y los americanos, que son listos para esto de ver negocios, se dieron cuenta pronto y montaron en Santo Domingo de Silos la primera delegación oficiosa de Hollywood en España para sacarle partido a tremendo lugar. ¡Atentos que la historia (real) promete!
Corría el año 1966. Al arquitecto del séptimo arte, Sergio Leone, famoso por obras como “Por un puñado de dólares” o “La muerte tenía un precio”, decidió que Santo Domingo de Silos era el mejor lugar, por los paisajes verdes alejados a los que estaba acostumbrado, para crear una de uno de sus trabajos cumbre. Mandó construir el que sería el cementerio más original del mundo. Lo hizo ayudado por una corte de ayudantes de producción, carpinteros, entre otros. Y le pusieron nombre, Sad Hill, colina triste. Todo era cartón piedra y mucho conglomerado de por medio. Pero real. Real como la vida misma.
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El cementerio de Santo Domingo de Silos
El camposanto que mandara a construir el director italiano se convirtió en el decorado de la escena final de una de las películas más célebres de la historia del cine, “El bueno, el feo y el malo”. El largo duelo entre Clint Eastwood, Lee Van Cleef y Eli Wallach, catapultó la imagen de este valle a todos los rincones del planeta Tierra. Ni los americanos venidos desde Los Ángeles, el cuartel general de Hollywood, ni tan siquiera los cientos de locales que participaron en el rodaje podrían imaginar la trascendencia de esta producción y de esta escena que con el paso del tiempo se convirtió en una película de culto para muchos cinéfilos.
El paso del tiempo hizo que durante décadas el Cementerio de Sad Hill pasara a mejor vida. Pero por obra y gracia de la Asociación Sad Hill, un grupo voluntarios de la zona, han recuperado este escenario de cine para todos. De las 5.000 tumbas que mandó a construir Sergio Leone, la asociación ya ha reconstruido 1.500 gracias a la campaña de mecenazgo por la que, por 15 euros, quien quiera puede tener una cruz con su nombre. Llegan solicitudes de todo el mundo. Incluso algún fan exagerado ha preguntado por poder dejar por aquí sus cenizas cuando se muera. Es normal. Hasta la mítica banda de heavy “Metallica”, que usa las imágenes del duelo final grabado en Santo Domingo de Silos en sus conciertos, ya tiene una.
Además del Cementerio de Sad Hill, en la película de Clint Eastwood, aparecen otros escenarios de la zona: el monasterio de San Pedro de Arlanza, que se convirtió en hospital de la Misión San Antonio; el afluente del Pisuerga a su paso por Hortigüela, en la película el Río Grande; el pueblo de Carazo, como fuerte de Betterville; y el paraje que va desde Santo Domingo de Silos a Contreras.
Como si fuéramos El Bueno, el Feo y el Malo, junto a un grupo de blogueros de viaje, volvimos a revivir las escenas de la película. Era imposible resistirse. Con la dirección de Dani Keral (Un viaje creativo) luchamos a muerte David (Viajablog), Vero (Sin mapa) y JP. Como testigos de este duelo final estaban Lorena (La ratona viajera), Abilio (El lío de Abi), Rebeca (Viajeros 3.0) Silvia (Jugando a las cocinitas), Victor (Foto escapada), Alicia y José (Rutas por España), Alba (RV Edipress) y Miguel (Como en casa en ningún lugar). Si le llega la nueva versión a los académicos de Hollywood, chicos, el año que viene nos vemos en la alfombra roja. No decimos más… Aquí podéis ver el duelo a muerte remasterizado por Un viaje creativo. ;D
Los otros artistas, los monjes gregorianos
Este pequeño pueblo burgalés tiene mucho arte que repartir y no acaba su historia con el cine. Probablemente sea, aunque no haya ninguna estadística para confirmarlo, la localidad con más artistas por habitantes de toda España. Bien explicado, se entiende. En su preciosa y valiosa abadía benedictina que data del año 954 tiene su lugar de ensayo (y, por supuesto retiro espiritual), los monjes benedictinos. Son una docena pero en un pueblo de 300 habitantes toca a un “artista” por cada 25 personas. ¡Atentos que la historia (real) promete!
Los monjes que habitan este lugar desde el siglo X y cuyo canto gregoriano hunde sus raíces en el siglo VI, lo llevaron al reconocimiento internacional en los años 90. Fue exactamente en 1993 cuando los monjes, por sus primeros discos publicados por la multinacional EMI, consiguieron un disco de oro y de platino. Recuerdan los lugareños, que para la entrega de estos galardones, los ejecutivos de la marca aterrizaban en helicóptero en el pequeño pueblo… todo un acontecimiento en la delegación oficiosa de Hollywood en España.
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El fenómeno fan desató colas interminables para verlos cantar en su propia abadía a las horas de los rezos. Las listas de venta los catapultaban al estrellato mundial. Estaban en los primeros puestos del Billboard americano. En total, se calcula que se vendieron la friolera de 5 millones de copias en 32 países diferentes.
Aunque el tiempo haya amansado a sus seguidores y a la industria discográfica, por fortuna de los monjes, más apegados a la espiritualidad, a la calma y al rezo que a las multitudes, los medios y la fama, su arte religioso en forma de música celestial se puede seguir apreciando en directo cada día en los horarios en los que coincide la misa.
Comarca de Arlanza
El “Triángulo del Arlanza” se compone, además de Santo Domingo de Silos, de dos pueblos hermosos y llenos de historia, Lerma y Covarrubias. Para completar la visita, los descubrimos de la mejor manera que puede hacerse: con su gente.
Lerma
Lerma fue nuestra primera parada. Llegamos justo a tiempo para el momento grande en el pueblo. Se descubría el monumento en honor a su vecino más ilustre, José Zorrilla. El poeta y dramaturgo pasó parte de sus vidas en este pueblo burgalés y en él tejió buenas amistades. Durante todo el 2017, año de celebración del bicentenario de su nacimiento, tendrán lugar acontecimientos y celebraciones especiales.
En el Restaurante Lis2, ya de noche, pudimos dar buena cuenta de la gastronomía de la tierra y brindar por el autor de Don Juan Tenorio, brindar, al fin de cuentas, por el amor.
Al día siguiente, nos tocaba seguir descubriendo esta comarca burgalesa. Poníamos rumbo a Covarrubias, un pueblo especial para JP (ahora te contaremos el por qué), pero antes teníamos una parada técnica importante, las Bodegas Buezo. B de Buezo y B de bueno. No os mentimos si os decimos que pueden ser las bodegas modernas más interesantes y bonitas que hayamos visto nunca. El edificio es obra de Mariano Cobo. El vino es obra del trabajo de una empresa que mima este caldo de la Denominación de Origen Arlanza.
Covarrubias
En Covarrubias, considerado como uno de los pueblos más bonitos de España, terminamos el día. Para mí (JP), era una visita especial. Volvía a un lugar donde fui feliz. Cuando trabajaba como reportero para la televisión, uno de los programas documentales de los que estoy más orgulloso de haber firmado, Conectando España para La 1 de TVE, el último de los capítulos lo grabamos aquí. Para mi era como un reencuentro. Podía reconocer a gente por la calle y saludar con alegría.
En el Restaurante Tiky, parte de la que fue mi casa durante estos días, me volví a encontrar con la familia que regenta este local y que tan bien nos cuidó. Comimos la famosa olla podrida (a las pocas horas entenderán el por qué del nombre). Y brindamos, después de la visita por el pueblo, con vino de la tierra que también pudimos catar.
Antes de volver a Lerma, nuestra base de operaciones, nos acercamos a un lugar único en España y en el mundo, la Ermita de San Olav, que pertenece al término municipal de Covarrubias, a solo tres kilómetros. Esta ermita, en la que se venera a San Olaf, patrón de Noruega, y de particular arquitectura, construida en acero y madera, se ha convertido en un reclamo turístico de la zona.
Acabamos. ¡Atentos que la historia (real) promete! Bar Audiencia. Lerma. Vero de Sin Mapas. Un grupo de blogueros expectantes. Un mono, Pelusa. Una historia familiar. Un animal que cuida de niños, madres y abuelas. Un mono que se emborracha con champagne. Un mono que llama por teléfono. ¡No estamos borrachos!
Continuará…
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Que curioso un santo noruego en Covarrubias. Esa zona no la conozco pero me has animado a hacerlo.
¡A nosotros nos encantan los cementerios! Y necesitamos una foto como vosotros…jajaja Son muy buenas… Y la olla podrida… Aunque al rato sea podrida… ¡La tenemos que probar!
Me parece súper curioso el cementerio, nunca hubiera dicho que se hubiera grabado allí la película, con lo que me gusta a mí ver cementerios curiosos ese no me lo puedo perder je je je y lo de la ermita de Covarrubias también cuando me enteré me pareció una muy bonita historia la de la princesa vikinga que vino a vivir y morir en Castilla. Ahora que lo que de verdad me gustaría hacer es el camino de San Olav en Noruega 😉
besazo